Suplementos
Casarse, ¿está en chino?
Lo que necesitas preguntar antes de dar el “si”
GUADALAJARA, JALISCO (12/DIC/2013).- El noviazgo representa para las parejas una convivencia en las que salen a relucir las debilidades y las fortalezas de cada uno, es un método amoroso para el conocimiento de bondades y defectos de uno y de otro, si el vinculo se vuelve estrecho entonces la relación se torna sólida y esto la encamina hacia un nuevo paso como lo es el matrimonio. El casamiento es la unión de una vida en común, compartida en todos los aspectos, el sentimental, el económico, el familiar y el espiritual. La decisión de forjar un enlace no es una tarea sencilla, en él, el principal ingrediente además del amor es la comunicación.
Antes de que una pareja decida unirse en matrimonio es vital que analice varias cuestiones para evitar posibles problemas en la relación, ya que casarse no es un juego y de él dependen otras cuestiones para que lo que se construya en armonía sea tan fuerte que no se quiebre o se fracture con malas decisiones. El que uno de los dos sea más desorganizado, o gane más que el otro, incluso que su escala de valores sea distinta podría ser motivo de rompimiento, por ello es importante que antes de contraer nupcias por lo civil o lo religioso, la pareja acuda a cursos prematrimoniales, estos pueden ser con un terapeuta experto en relaciones sentimentales, un abogado familiar que los oriente en cuestiones legales y si profesan alguna religión, acudir con un guía espiritual.
La psicoterapeuta, Gloria Alicia García Ramírez, experta en terapia de pareja explica que actualmente, sobre todo en la religión católica se pide como requisito un curso prematrimonial en el que muchas parejas lo realizan más por obligación que por que sientan la necesidad de tomarlo. Pero ella indica que sea cual sea la religión, o si no se pertenece a alguna, incluso para quienes desean vivir juntos, tomar una perspectiva de cómo será la convivencia diaria debe ser una tarea obligada. “De acuerdo a mi experiencia como terapeuta he podido corroborar que es muy importante tomar los cursos porque luego se viven divorcios y conflictos psicológicos bastante serios”.
La misma Gloria Alicia creó un programa psicológico de consultoría para parejas que han tomado la decisión de casarse o vivir juntos. “Actualmente algunos compañeros y yo hacemos este tipo de cursos por la necesidad que se está viviendo. El matrimonio implican muchos cambios y romper mitos y creencias”. A continuación 10 puntos que las parejas deberían conciliar antes de contraer nupcias.
Los conflictos no van a acabar con la boda
Hay relaciones conflictivas donde él o ella son de carácter explosivo y pese a que hay un sentimiento de afecto las peleas están a la orden del día. Es importante que ambos hagan un examen de conciencia sobre si lo que sienten en realidad es amor. Pues casarse incluso puede potencializar aún más los problemas. “Deben de darse cuenta de las dificultades psicológicas que arrastran desde su infancia”.
El matrimonio ya no es un noviazgo
La especialista comparte que se tiende a creer que si el matrimonio continúa con la dinámica de noviazgo tendrá mejores resultados, pero no es así. “Esta creencia a menudo es una de las principales peleas de la pareja cuando se enfrentan a la convivencia”. Al casarse, todo se tiene que decidir y hacer a partes iguales, es un panorama más serio, ya no es un juego. La frustración puede hacer dudar sobre si se tomó una decisión correcta de vivir juntos.
No perder la libertad
¿En equipo o individual? La terapeuta recomienda que los novios, una vez casados, continúen con sus proyectos individuales y conserven sus espacios para convivir con sus amigos y sus propios deseos de superación.
De lo contrario se generan sentimientos de frustración y dependencia.
Hábitos y costumbres
Ella puede ser la persona más desorganizada y él el más correcto y sensible, o viceversa. Antes de decidir vivir en comunión sentimental, es importante que ambos conozcan sus debilidades y fortalezas, sus defectos y virtudes y busquen mediar un equilibrio en los hábitos de limpieza y orden.
Diferencias de valores
Es importante que se pongan de acuerdo en si van a seguir una doctrina religiosa o no; incluso, bajo qué cuestión espiritual van a educar a los hijos. En el aspecto social, es vitan que lleguen a una negociación para definir el tipo de diversión que le gusta a cada uno y si desean compartirlo o no.
Poner límites
En las relaciones sucede que uno da más que el otro y el segundo se acostumbra y eso es incorrecto. Se deben de poner límites en cuanto a cómo se realizarán las actividades del hogar y las libertades que habrá en la relación donde los dos estén de acuerdo.
Contratos prenupciales
Antes de casarse la pareja debe ser previsora y evitando no herir susceptibilidades, la comunicación debe ser clara sobre los bienes patrimoniales de ambos y si están dispuestos a compartirlos aunque los hayan adquirido por separado; es importante que las cuestiones legales se observen como prioridad antes de firmar el acta matrimonial.
El miedo de estar solo
Sucede que a veces las personas deciden casarse porque piensan que ya están muy mayores de edad o temen vivir en la soledad. Entonces utilizan al matrimonio como un escape a pesar de que no sientan amor verdadero por la otra persona. Antes de decidir vivir en pareja y formar un vínculo legal, es primordial que te hagas la pregunta de por qué y para qué te quieres casar.
Cuestiones económicas
A menudo sucede que la mujer gana más que el hombre y esta cuestión a él le causa inseguridad. La doctora explica que en estos casos, quien gane más debe aportar más, pues tampoco se debe exigir que se sostenga el hogar a partes iguales, cuando el otro no tiene los mismos beneficios económicos.
Aprender a ceder
El marido no siempre tiene que darle gusto a su mujer y la esposa decirle que “sí” a su cónyuge para todo. La comunicación es fundamental y en todo momento se debe fomentar el diálogo. En casa, los espacios y las reglas se vuelven de dos y cuando surgen problemas, más que alejarse, hay que buscar la cercanía.
Antes de que una pareja decida unirse en matrimonio es vital que analice varias cuestiones para evitar posibles problemas en la relación, ya que casarse no es un juego y de él dependen otras cuestiones para que lo que se construya en armonía sea tan fuerte que no se quiebre o se fracture con malas decisiones. El que uno de los dos sea más desorganizado, o gane más que el otro, incluso que su escala de valores sea distinta podría ser motivo de rompimiento, por ello es importante que antes de contraer nupcias por lo civil o lo religioso, la pareja acuda a cursos prematrimoniales, estos pueden ser con un terapeuta experto en relaciones sentimentales, un abogado familiar que los oriente en cuestiones legales y si profesan alguna religión, acudir con un guía espiritual.
La psicoterapeuta, Gloria Alicia García Ramírez, experta en terapia de pareja explica que actualmente, sobre todo en la religión católica se pide como requisito un curso prematrimonial en el que muchas parejas lo realizan más por obligación que por que sientan la necesidad de tomarlo. Pero ella indica que sea cual sea la religión, o si no se pertenece a alguna, incluso para quienes desean vivir juntos, tomar una perspectiva de cómo será la convivencia diaria debe ser una tarea obligada. “De acuerdo a mi experiencia como terapeuta he podido corroborar que es muy importante tomar los cursos porque luego se viven divorcios y conflictos psicológicos bastante serios”.
La misma Gloria Alicia creó un programa psicológico de consultoría para parejas que han tomado la decisión de casarse o vivir juntos. “Actualmente algunos compañeros y yo hacemos este tipo de cursos por la necesidad que se está viviendo. El matrimonio implican muchos cambios y romper mitos y creencias”. A continuación 10 puntos que las parejas deberían conciliar antes de contraer nupcias.
Los conflictos no van a acabar con la boda
Hay relaciones conflictivas donde él o ella son de carácter explosivo y pese a que hay un sentimiento de afecto las peleas están a la orden del día. Es importante que ambos hagan un examen de conciencia sobre si lo que sienten en realidad es amor. Pues casarse incluso puede potencializar aún más los problemas. “Deben de darse cuenta de las dificultades psicológicas que arrastran desde su infancia”.
El matrimonio ya no es un noviazgo
La especialista comparte que se tiende a creer que si el matrimonio continúa con la dinámica de noviazgo tendrá mejores resultados, pero no es así. “Esta creencia a menudo es una de las principales peleas de la pareja cuando se enfrentan a la convivencia”. Al casarse, todo se tiene que decidir y hacer a partes iguales, es un panorama más serio, ya no es un juego. La frustración puede hacer dudar sobre si se tomó una decisión correcta de vivir juntos.
No perder la libertad
¿En equipo o individual? La terapeuta recomienda que los novios, una vez casados, continúen con sus proyectos individuales y conserven sus espacios para convivir con sus amigos y sus propios deseos de superación.
De lo contrario se generan sentimientos de frustración y dependencia.
Hábitos y costumbres
Ella puede ser la persona más desorganizada y él el más correcto y sensible, o viceversa. Antes de decidir vivir en comunión sentimental, es importante que ambos conozcan sus debilidades y fortalezas, sus defectos y virtudes y busquen mediar un equilibrio en los hábitos de limpieza y orden.
Diferencias de valores
Es importante que se pongan de acuerdo en si van a seguir una doctrina religiosa o no; incluso, bajo qué cuestión espiritual van a educar a los hijos. En el aspecto social, es vitan que lleguen a una negociación para definir el tipo de diversión que le gusta a cada uno y si desean compartirlo o no.
Poner límites
En las relaciones sucede que uno da más que el otro y el segundo se acostumbra y eso es incorrecto. Se deben de poner límites en cuanto a cómo se realizarán las actividades del hogar y las libertades que habrá en la relación donde los dos estén de acuerdo.
Contratos prenupciales
Antes de casarse la pareja debe ser previsora y evitando no herir susceptibilidades, la comunicación debe ser clara sobre los bienes patrimoniales de ambos y si están dispuestos a compartirlos aunque los hayan adquirido por separado; es importante que las cuestiones legales se observen como prioridad antes de firmar el acta matrimonial.
El miedo de estar solo
Sucede que a veces las personas deciden casarse porque piensan que ya están muy mayores de edad o temen vivir en la soledad. Entonces utilizan al matrimonio como un escape a pesar de que no sientan amor verdadero por la otra persona. Antes de decidir vivir en pareja y formar un vínculo legal, es primordial que te hagas la pregunta de por qué y para qué te quieres casar.
Cuestiones económicas
A menudo sucede que la mujer gana más que el hombre y esta cuestión a él le causa inseguridad. La doctora explica que en estos casos, quien gane más debe aportar más, pues tampoco se debe exigir que se sostenga el hogar a partes iguales, cuando el otro no tiene los mismos beneficios económicos.
Aprender a ceder
El marido no siempre tiene que darle gusto a su mujer y la esposa decirle que “sí” a su cónyuge para todo. La comunicación es fundamental y en todo momento se debe fomentar el diálogo. En casa, los espacios y las reglas se vuelven de dos y cuando surgen problemas, más que alejarse, hay que buscar la cercanía.
Síguenos en