Suplementos

Belleza y un amargo recuerdo

Barrio Analco

GUADALAJARA, JALISCO (22/ABR/2012).- Analco fue uno de los barrios más dañados por las explosiones del 22 de abril de 1992.

Ahora, a 20 años de la tragedia, se pueden observar fincas que quedaron prácticamente en el olvido. Por la calle 20 de Noviembre, en su cruce con Antonio Bravo, recuerdan los propietarios de un taller de embobinados aquella mañana gris. Su negocio hace dos décadas estaba enfrente de donde ahora se ubica, pues las explosiones de gasolina derrumbaron su taller así como las fincas aledañas.

Siguiendo por la misma calle de 20 de noviembre, pero en la esquina de Cuauhtémoc, en algún tiempo estuvo ubicado el hotel Lincon, que también terminó en ruinas tras el percance.

Hoy, así se aprecian los lotesque todavía no alcanzan la reconstrucción.

Jardín de San José
Un espacio de convivencia

Es la explanada del Templo de San José. Anteriormente se usó como área de tertulias entre los habitantes del barrio, quienes disfrutaban de verbenas populares los fines de semana. Hoy, es un espacio recreativo donde los vecinos disfrutan de tardes pasivas. Las vendimias no se hacen esperar, y actualmente se ven a grupos de niños y madres de familia practicando deportes como el box y aerobics. Churros y elotes no faltan en este sitio.

Nevería analco
Para el paladar

Ubicada a un costado del jardín de San José de Analco, por más de tres décadas este sitio ha deleitado los paladares de los tapatíos. Es costumbre acudir a este lugar todos los días de la semana para probar sus nieves de garrafa, las auténticas, elaboradas de manera artesanal. Se ofrecen en más de 20 sabores diferentes.

Patio de los ángeles
Cultura para todos

Lo que algún día fue la secundaria número cuatro para varones, hoy se ha dividido en dos áreas. La primera de ellas se destinó para hacer un jardín de niños;la otra es ahora el Centro Cultural Patio de los Ángeles, donde se llevan a cabo diversos eventos. Este lugar, que en la Colonia fue un convento, se encuentra a un costado del Templo San Sebastián de Analco. Se dice que existe ahí un túnel (clausurado) que llega hasta la Catedral de Guadalajara).

San Sebastián de Analco
La iglesia sin torre

Primero fue una pequeña ermita para venerar a San Sebastián Mártir; su construcción comenzó a mediados del siglo XVII. Su fachada colonial a base de piedra y cantera labrada, muestra un inmueble lleno de historia, con detalles labrados minuciosamente que aún se conservan en buen estado. En un principio, el templo contó con un convento a su costado, el cual hoy es un centro cultural. Los detalles de su fachada son los testigos más tangibles de un edificio que, ya dentro de la metrópoli, es un ícono de Guadalajara, especialmente de este barrio. Entre esos detalles, destaca una cruz de piedra labrada, en cuya base se aprecian dos lápidas que datan de los años 1888 y 1893.

Templo de San José de Analco
La gran casa

Se ubica justo una cuadra arriba del templo de San Sebastián de Analco. Se construyó en 1543, fue el más importante de su época. La fachada se compone de dos cuerpos rematados en un ático. El primero de ellos es plateresco puro, fino y delicado, notándose detalles ornamentados de franca influencia indígena que flanquean dos nichos donde están las imágenes de la Virgen María y San José. El interior es un conjunto perteneciente al tipo basilical romano (adornado con oro), tomando en cuenta su nave central y sus dos laterales. Cuenta con una Capilla dedicada a Nuestra Señora de la Salud. El altar mayor es de cantera con tríptico de dos cuerpos; el primero muestra nicho central con arco moldurado y escultura el centro.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando