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Arbolito de la prosperidad
Aprende a elaborar un sencillo ritual que te permite canalizar tus buenas intenciones de Año Nuevo
Este ritual une el poder de tu intención a la energía mágica de los ángeles y del follaje invernal.
El árbol de Navidad tiene sus raíces en las culturas milenarias. Alrededor del mundo, el solsticio de invierno se festejaba en honor del guerrero espiritual que renace en forma simbólica con el sol, cuya luz -a partir del 21 de diciembre- empezará a retomar su dominio en las horas del día.
El follaje perenne está conectado al espíritu guerrero: al seguir creciendo en medio de la inclemencia, su ejemplo es un llamado a fortalecer nuestra determinación en los propósitos e intenciones. En clara ilustración de este entendimiento, el 17 de diciembre coincide con el inicio de una veintena de días que en el calendario tolteca se llamaba Panquetzalitzli, El levantamiento de las banderas.
En esos días la gente plasmaba sus intenciones en tiras de papel amate para luego atarlas a los árboles y arbustos.
El siguiente ritual ofrece una forma sencilla pero atractiva de conectarte con el sagrado poder de los árboles así como con los ángeles para bendecir tus intenciones de año nuevo. Llévala a cabo por tu cuenta o con amigos y familiares para darle un toque mágico a tu Navidad e iniciar el Año en un nuevo nivel de determinación, de prosperidad y éxito.
1. Consigue una vela blanca y otra verde, una varita de incienso de canela o un poquito de copal.
2. Prepara hojitas de árbol de papel, 3 verdes y 3 rojas por persona. Para hacerlas, dobla un pliego de papel de color tamaño carta, dibuja las hojas de unos 9 centímetros de largo y después recórtalas a partir de la parte doblada del papel para que, al ser recortadas, sean dos hojitas unidas.
3. En la parte doblada (que une a las dos hojitas), coloca un hilo grueso o cordel.
4. En cada una de tus tres hojitas verdes, escribe una bendición que te gustaría recibir para ti, o enviar mentalmente a tu familia u otra persona.
5. En cada una de tus tres hojitas rojas, escribe una de las maneras en que te gustaría mejorar respecto de lo que contribuyes o das: esfuerzo, disciplina, perdón, optimismo, tolerancia u otra forma de poner de tu parte en la vida.
6. Elige un árbol, rama o planta de Noche Buena en el que atarás tus hojas, ya sea en tu sala, cuarto o jardín.
7. Enciende tus velas, mientras afirmas lo siguiente:
La luz de los ángeles llena mi hogar en esta temporada santa y a través del año nuevo, abriendo el camino a una nueva era de armonía, de éxito, de fortaleza interior y gozo.
8. Enciende el incienso, teniendo presente -mientras lo haces- que es una ofrenda para los ángeles del mundo natural y sobrenatural. Repite:
Ángeles del crecimiento, por favor expresen su poder en cada una de estas intenciones, para que puedan crecer y dar frutos.
9. Ve amarrando los hojitas al árbol, mientras declaras y visualizas:
Así como crecen los árboles, crece también esta intención hasta dar frutos consolidados ahora.
10. Cierra tu ceremonia con un gesto de gratitud hacia los ángeles y los espíritus del follaje. Puedes hacer un gesto –ya sea de juntar las palmas, así como ofrecer una caricia, abrazo o hasta un besito al árbol, rama u otra planta que te haya acompañado en esta consagración.
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