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Advierten sobre enfermedades causadas por sangre contaminada

La falta de concientización y desinformación que prevalece en torno a la hepatitis 'C'

CIUDAD DE MÉXICO (13/SEP/2014).- El uso de sangre contaminada con el virus de la hepatitis "C", que se registró hasta antes de la mitad de la década de los noventas, provoca que en este momento se reporten los efectos más graves de la enfermedad, como cirrosis y cáncer de hígado.
 
El presidente de la Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado (ALEH), el mexicano Nahúm Méndez-Sánchez, dijo que ante esa situación se requieren medidas urgentes de atención.
 
Consideró que la falta de concientización y desinformación que prevalece en torno a la hepatitis "C", combinadas con el estigma social, son los principales retos para controlar la prevalencia de la enfermedad, especialmente en América Latina.
 
Explicó que la atención de este padecimiento comienza a ser un asunto de salud pública, pues se estima que en el hemisferio hay cerca de diez millones de adultos con este problema.
 
En el XXIII Congreso de la ALEH, explicó que la infección crónica con el virus de la hepatitis "C" (VHC), actualmente afecta a más de 185 millones de personas en el mundo y que tan sólo en América latina y el Caribe hay entre siete y nueve millones de adultos con esta enfermedad.
 
Luego, en conferencia de prensa, comentó que según información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la concientización sobre el VHC es de baja prioridad en comparación con los esfuerzos que se realizan sobre otros cuadros y enfermedades.
 
El especialista refirió que apenas 37 por ciento de los países miembros de la OMS desarrollan un plan nacional para controlar la hepatitis viral.
 
Aseguró que la actual prevalencia de la hepatitis "C" en América Latina, con enfoque en México, y la necesidad de crear conciencia sobre este cuadro, fueron parte de los temas tratados en el marco del encuentro internacional que se desarrolla en este destino.
 
Explicó que dentro de los temas más importantes se detectó que los pacientes que muestran efectos más graves de la enfermedad, como cirrosis hepática y cáncer de hígado, se encuentran en un rango de edad entre los 45 y 60 años, que se contagiaron por el uso de sangre contaminada y hasta muestran secuelas.
 
Indicó que a partir de 1995, cuando se establecieron mecanismos de control más estrictos para el manejo de la sangre, los casos disminuyeron.
 
Sin embargo, señaló, es necesario tomar en cuenta que muchos pacientes infectados con el VHC no experimentan síntomas, pues pueden pasar hasta 30 años en desarrollarse y presentarse, y para entonces se evidencian los efectos de una enfermedad hepática avanzada.
 

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