Nueva masacre en centro para adictos exhibe fallas
Matan a seis personas en “anexo” en Tlaquepaque; critican la falta de supervisión de autoridades para clausurar sitios irregulares
La noche del domingo sujetos armados llegaron a un centro de rehabilitación de La Cofradía, en Tlaquepaque, y asesinaron a cinco hombres y una mujer. Vecinas contaron que “se escuchó: ‘¿Dónde está el padrino?’. Y luego vino la balacera”.
Rubén Ortega, del Observatorio de Seguridad y Justicia de la UdeG, aseguró que el multihomicidio podría tratarse de una venganza entre grupos delincuenciales.
Por su parte, el Ayuntamiento de Tlaquepaque confirmó que el espacio no tenía licencia y el gobernador acentuó que el tráfico de drogas es la posible causa del ataque.
En Jalisco se detectan 390 centros de este tipo, pero sólo 15 tienen todas las certificaciones, según el director del Consejo Estatal Contra las Adicciones, Pedro Briones.
Especialistas critican la falta de supervisión, por eso son constantes las tragedias. Por ejemplo: dos cuidadores de un “anexo” en Polanco mataron a un interno en 2020. Y ese año también liberaron a siete mujeres encerradas en otro centro en Tala. En 2011 murieron cinco adictos y 37 fueron hospitalizados tras ingerir alimentos contaminados en La Perla. Tras ese hecho, la autoridad estatal prometió que pondría orden, pero persisten las irregularidades.
Briones indicó que los establecimientos irregulares fueron detectados a partir de un censo en 2021 para orientarles sobre cómo pueden obtener su certificación; sin embargo, al regresar a buscarlos 120 ya habían desaparecido o cambiado de domicilio.
¿Qué se recomienda?
Los “anexos” deben estar certificados. Si incumplen con lo siguiente deben ser reportados ante la autoridad:
- Aviso de funcionamiento y registro como institución especializada ante la Conadic.
- Programa de trabajo aprobado por Conadic.
- Instalaciones y equipo apropiados.
- Personal capacitado y suficiente, ambiente apropiado y seguro. El personal tiene la obligación de vigilar y dar seguridad a usuarios.
Contactos: Denuncie actividades irregulares: 911, 33-3668-7900 y 33-3823-2020.
Atención ciudadana: 800-911-2000 y 800-536-9444.
“Se escucharon 40 balazos”, dicen vecinos de La Cofradía
Primero se escucharon balazos. Los hombres armados que llegaron a bordo de una Nissan Frontier Blanca dispararon contra el portón de la “Clínica de Adicciones El Cerco de Vida”, ubicada sobre la Calle 3, entre 21 de Marzo y Camino a La Cofradía, en la colonia La Cofradía, en Tlaquepaque. La camioneta salió de prisa, “se escuchó que quemó llanta” y luego regresó al sitio para chocar contra el portón hasta que lo derribó.
“Se siguieron escuchando los balazos, sacaron a unos y ahí les dispararon, pero también dispararon adentro. A ver si no se llevaron también a alguien en la camioneta porque la camioneta se metió hasta adentro”, contó uno de los vecinos que presenció el hecho.
En total, coincidieron los colonos, fueron alrededor de 40 balazos los que se escucharon antes de que la camioneta partiera del lugar y de que trataran de escapar los internos que ahí se encontraban. “Alguien salió y les dijo a los que quedaron adentro que ya no había nadie, y salieron corriendo los que quedaban”, añadió una vecina.
Los colonos contaron que llamaron a la Policía, pero fue hasta pasada una hora que una patrulla llegó al sitio por la Calle 21 de Marzo. “Vino, vio lo que había pasado en la finca pero no se quedaron, se fueron como para el cerro, regresaron ya más al rato ya con los güachos”, aseveró otro joven en el sitio.
Aunque las autoridades colocaron algunas cintas para que las personas no ingresaran a la zona, por la mañana ya habían sido derribadas. El portón del “Cerco de Vida” había sido reacomodado a duras penas para colocarle el sello de “Inmueble Asegurado”, pero al interior alcanzaban a verse un par de perros, jaulas con varias aves, algunas pesas con las que hacían ejercicio, vasijas y la ropa de los internos.
De acuerdo con el ayuntamiento de Tlaquepaque, el Organismo Público Descentralizado Consejo Municipal contra las Adicciones (COMUCAT) confirmó que en sus registros “no existía la finca ubicada en La Cofradía como establecimiento de algún Centro de Atención a las Adiciones”, es decir, operaba —aunque bajo conocimiento de los vecinos (y desconocimiento de las autoridades)— de manera ilegal.
Pasaron varias personas a ver la zona, preguntando por Bruno, “el padrino”, sin embargo nadie en el lugar supo si entre las víctimas se encontraba él, pues no alcanzaron a ver quiénes fueron los seis asesinados; además, su teléfono enviaba las llamadas al buzón de voz.
LA OTRA HISTORIA
“Ojalá haya alcanzado a correr”
Aunque las autoridades pusieron cintas amarillas para restringir el paso, hacia las 10:00 horas estas ya habían sido cortadas, dando libre paso a la Calle 3, donde se encontraba la “Clínica de Adicciones El Cerco de Vida”, el cual operaba desde hace varios años, pero sin registro municipal.
En un mototaxi llegó Beatriz buscando a Romualdo, su sobrino, quien había sido ingresado a este lugar hace apenas tres meses para tratar su problema de adicciones.
“Lo trajimos aquí porque aquí era más barato, nos cobraban 400 pesos por semana. Yo le decía a su mamá que no, que lo lleváramos a otro allá abajo que se veía mejor, pero allá nos cobraban 800 pesos, y su mamá no quiso”, contó Beatriz.
La mamá del joven lo buscaba mientras en las unidades de Cruz Verde para ver si había llegado a alguna en busca de ayuda, pues hasta esta mañana no había llegado a casa, según contó la mujer. “Nos dijeron que habían sido tres los muertos, pero no, ¿verdad? ¿Seis? ¿Fueron, seis? ¿dónde están los demás? Eran como 35 los que estaban ahí, si corrieron ojalá también él haya alcanzado a correr”, añadió Beatriz.
El “padrino” era Bruno, un hombre moreno con tatuajes en los brazos. Él era quien recibía a los internos y quien, supuestamente, los ayudaba a tratar sus adicciones.
“A mi nunca me cobró, yo solito venía cuando sentía que me estaba yendo otra vez, mi familia sólo bajaba y le traía despensa”, contaba “El Hache” mientras intentaba que saliera del lugar uno de los perros que habían quedado dentro de la finca sellada con la leyenda “Inmueble Asegurado”. Al salir, el can tenía sujeta una cuerda al cuerpo, el hocico y las patas llenas de sangre, ladraba a quien se le acercaba, pero también lloraba, probablemente por todo lo que le había tocado ver, un ataque que dejó a seis personas sin vida.
LA VOZ DEL EXPERTO
Matanza en “anexo” podría ser por ajuste de cuentas o venganza
Rubén Ortega, miembro del Observatorio de Seguridad y Justicia de la UdeG
Rubén Ortega Montes miembro del observatorio de Seguridad y Justicia de la Universidad de Guadalajara, aseguró que el multihomicidio de cinco hombres y una mujer en la colonia La Cofradía, en Tlaquepaque, podría tratarse de una venganza de grupos delincuenciales o ajuste de cuentas.
“Si fueron recluidos por familiares o por personas ajenas a los anexos y quedaron con algunas deudas ante esos grupos criminales, y pueden entrar a una cuestión de venganza; también otro factor es el hecho de que ahí los tienes recluidos y pudieran ser parte de los que serían los contras y estando en un corralito son más vulnerables”, comentó el especialista en temas de seguridad.
Ortega Montes aseguró que ante este tipo de hechos es notable la percepción de inseguridad por parte de la ciudadanía de la Zona Metropolitana de Guadalajara, aunque el Gobierno del Estado trate de maquillar los sucesos violentos.
Dijo que esto demuestra que “la cuestión de inseguridad en Guadalajara tiene fundamentos, tiene hechos, está constatada y, contrario a las estadísticas que pone en su celular el gobernador, la realidad lo rebasa siempre con los hechos”.
El experto consideró que tanto el Gobierno municipal, a cargo de Citlalli Amaya, y el estatal, ambos de MC, no han sabido controlar situaciones de inseguridad y no hay estrategias preventivas, que se deslindan diciendo que no tenía permiso, y al final de cuenta estaban operando.
“Nos da el panorama de que en Jalisco Movimiento Ciudadano no sabe gobernar”.
Lamentó que no se apoye con seguridad o revisando los permisos de salubridad.
OTROS CASOS
Muertes en “anexos” a nivel local y nacional
2021 En febrero vincularon a proceso a dos cuidadores de la colonia Polanco, de Guadalajara, por el delito de homicidio a golpes en contra de un interno.
2020 Un grupo armado asesinó a 28 internos de un centro clandestino el 2 de julio de 2020 en Irapuato, Guanajuato.
2020 Diez personas fueron asesinadas el 7 de junio en un tiroteo ocurrido en Irapuato, Guanajuato.
2020 El 14 de enero liberaron a siete mujeres que estaban encerradas en un Centro en Tala, Jalisco. El 21 de agosto en la colonia Arroyo Hondo, en Zapopan, en un “anexo” fueron localizadas dos personas privadas de la libertad. El 20 de noviembre murió otro interno a golpes en Teuchitlán, Jalisco.
2018 El fundador del centro de rehabilitación “Soldados Nuevos”, Adolfo Osuna González, fue asesinado en Comondú, Baja California Sur, el 9 de enero.
2017 Un comando irrumpió en un centro de rehabilitación de la ciudad de Chihuahua y mató a 17 personas el 28 de septiembre.
2016 El 28 de enero asesinaron a golpes a un joven en un centro de Tlajomulco. En mayo rescataron a 271 personas del anexo “Despertar espiritual, alcohólicos y drogadictos de Occidente”, en Tonalá. En el Salto, el 7 de agosto, un interno fue asesinado a golpes.
2011 En diciembre de 2011, en un centro de rehabilitación en la colonia La Perla, de Guadalajara, murieron cinco adictos y 37 fueron hospitalizados tras ingerir alimentos contaminados.
2010 El 11 de junio en Chihuahua asesinaron a 19 jóvenes. Las víctimas fueron fusiladas.
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