Jalisco

Ataque con explosivos a policías alcanza a civiles

De los seis fallecidos, dos son ciudadanos que se encontraban en el punto de la agresión; todavía no se explica qué hacían ahí 

El número de víctimas por el ataque con explosivos a agentes de la Fiscalía de Jalisco y de la Comisaría de Tlajomulco de Zúñiga subió a seis: tres de la corporación estatal, uno de la municipal y dos civiles que todavía no han sido reconocidos por sus familias. 

Ayer, el fiscal Luis Joaquín Méndez confirmó que la agresión fue con al menos siete explosivos que estaban enterrados en la zona en la que los uniformados circulaban. Hubo un octavo que no detonó y posteriormente fue desactivado por un grupo antibombas. 

Las autoridades agregaron que la cifra de lesionados por este hecho ascendió a 14: dos policías y 12 civiles, entre los cuales hay tres menores de nueve, 13 y 14 años de edad, respectivamente, que se reportan fuera de peligro. No han precisado qué hacían los ciudadanos en el punto del atentado. 

Para Nancy Angélica Canjura, investigadora de la asociación Causa en Común, que el crimen organizado use explosivos contra las fuerzas de seguridad es un paso más en la escalada de violencia que se vive en el país. 

“Es una especie de descaro, donde muestran que no tienen límites, que su nivel de confrontación es extremo. Es necesario que exista una respuesta contundente por parte del Estado mexicano”, señaló la especialista. 

Por su parte, Arturo Villarreal Palos, académico de la Universidad de Guadalajara (UdeG), criticó la falta de labor de inteligencia de las autoridades. 

“Quienes sí tienen información de cómo operan las policías son ellos, tienen un despliegue y análisis de sus movimientos, y ahí están en una gran desventaja los cuerpos policiales”, dijo el experto. 

El gobernador de Jalisco reconoció que diversos sectores de la sociedad y autoridades de los tres niveles de Gobierno hayan cerrado filas ante la tragedia.

Van 15 policías asesinados este año en el Estado

Ayer, el fiscal del Estado, Luis Joaquín Méndez, confirmó que cuatro agentes perdieron la vida en un ataque con explosivos ocurrido la noche del martes en un predio de la colonia Linderos en Tlajomulco de Zúñiga.

De los fallecidos, tres eran agentes de la Fiscalía Estatal y uno pertenecía a la Policía Municipal. Habían respondido a un reporte que mencionaba el descubrimiento de una fosa clandestina en el lugar. El fiscal también informó que otros dos agentes resultaron heridos: uno de la dependencia estatal en estado crítico y otro de la Comisaría de Tlajomulco. Hasta el momento, no se ha detenido a ninguna persona por estos hechos.

Estos cuatro fallecimientos elevan a 15 el número de policías y agentes asesinados en Jalisco en lo que va del año, según las estadísticas de la organización nacional Causa en Común y los datos recopilados por esta casa editorial. Con estas cifras, Jalisco ocupa el tercer lugar a nivel nacional en homicidios de agentes, sólo por detrás de Guanajuato, que registra 47 asesinatos de policías, y de Chihuahua y Zacatecas, Entidades que reportan 17 agentes muertos cada una.

A nivel nacional, los homicidios de policías ascienden a al menos a 221 casos hasta el pasado viernes 7 de julio, según los registros de Causa en Común.

En marzo de 2019, después del asesinato de seis policías en Guadalajara y Zapopan, el Congreso de Jalisco aprobó una reforma al Código Penal para sancionar con hasta 70 años de prisión a quienes asesinen a personas que desempeñen funciones de seguridad pública, impartición o procuración de justicia.

A pesar de esto, durante la administración actual en el Estado, al menos 112 agentes en servicio activo han sido asesinados, un promedio de 25 por año.

Especialistas en seguridad han coincidido en que aumentar las penas no sirve de nada si no se detiene y castiga a los responsables. “Ninguna pena, por alta que sea, tiene efecto si al final se percibe que la posibilidad de ser capturado es muy baja y se pueden cometer estos actos sin consecuencias”, señaló Nancy Angélica Canjura, investigadora de Causa en Común.

Estado mexicano debe responder: Clemente Castañeda

El coordinador de Movimiento Ciudadano en el Senado, Clemente Castañeda, dijo que el Estado mexicano debe responder con contundencia ante la masacre de seis policías en Tlajomulco, Jalisco. Asimismo, mencionó que el Presidente López Obrador no debe actuar con desdén y frialdad ante esta situación, ya que eso normaliza la violencia en el país.

“El ataque criminal de anoche en Tlajomulco, debe ser un punto de inflexión para que el Estado mexicano responda de manera contundente al crimen organizado”, aseguró Castañeda.

El también senador por Jalisco lamentó que hoy el Presidente Andrés Manuel López Obrador haya dedicado la mayor parte de su conferencia mañanera a hablar sobre los fantasmas del neoliberalismo y el panorama electoral.

Los elementos policiales recibieron un reporte anónimo del hallazgo de cuerpos y fueron atacados cuando acudieron a atenderlo. EFE/F. Guasco

Madres seguirán buscando a familares desaparecidos

Luego de que el gobernador de Jalisco y el fiscal estatal, Luis Joaquín Méndez, dieran a conocer que, ante los hechos ocurridos la noche del martes donde murieron cuatro policías y dos civiles, y dejaron 14 personas lesionadas, se pausarán las búsquedas de personas en campo a partir de reportes anónimos, el colectivo Madres Buscadoras de Jalisco informó que no suspenderán las brigadas de búsqueda de personas desaparecidas en Jalisco.

Indira Navarro, integrante del colectivo de búsqueda, acusó que no han recibido apoyo por parte de las autoridades estatales en las búsquedas de indicios de personas desaparecidas. “No vamos a parar las búsquedas porque al gobernador no le cuesta, porque lo hacemos todo de manera independiente y con nuestros propios recursos. No se vale que sea una estrategia para prohibir porque él está violando los derechos de los desaparecidos y está violando los derechos de los familiares para prohibir salir a buscar”.

El gobernador aseguró que personal de la Fiscalía acudió cerca de la cabecera municipal de Tlajomulco el martes pasado para atender un presunto reporte de restos humanos localizados por un colectivo de búsqueda, situación que las Madres Buscadoras negaron, ya que aclararon que no recibieron ningún tipo de reporte similar. “Negamos rotundamente que tenga algo que ver con nosotros, negamos que las personas involucradas sean parte de nuestro colectivo o de otro compañero. Jamás recibimos esa llamada y nunca salimos de noche al campo. Es ilógica su estrategia de amedrentar a las madres que sólo buscan regresar a su familiar a casa. Jamás hemos recibido algún tipo de amenaza de cárteles ni intimidación”.

Ante el argumento del mandatario estatal de suspender las búsquedas por el riesgo que implica para los colectivos, Indira Navarro exigió protección y acompañamiento en las brigadas que realizan las Madres Buscadoras.

“No se trata de dejar de trabajar. Es más que evidente que lo que sucedió aquí fue una trampa para los compañeros. Ellos fueron los que recibieron el ataque, pero podría haber sido algún colectivo, madres buscadoras, nosotros, ustedes. Es lo que estamos tratando de evitar, por lo tanto, les pedimos comprensión. También les pedimos respeto a las familias”, dijo, por su parte, el fiscal del Estado, Luis Joaquín Méndez, respecto a la decisión.

Ceci Patricia Flores, fundadora de las Madres Buscadoras de Sonora, respaldó la decisión de sus similares de Jalisco y criticó también la falta de acompañamiento de las autoridades estatales.

Responde el Gobierno estatal

El Gobierno de Jalisco aclaró que no ha responsabilizado a los colectivos de madres buscadoras por el atentado en contra de elementos de la Fiscalía estatal y Policía de Tlajomulco de Zúñiga. 

En una ficha aclaratoria, el Ejecutivo estatal insistió en que fue mediante una llamada anónima sobre un aparente hallazgo de restos humanos en la que los delincuentes aprovecharon la atención del reporte para agredirlos, por lo que se trató de una emboscada. 

Señalaron que, tras el reporte de una integrante de un colectivo de madres buscadoras, “lo que sucedió es que esta llamada buscaba la presencia de nuestras policías para poder agredirlas con estos artefactos explosivos”. 

Efectivos del Ejército mexicano aseguraron el área del ataque, en Tlajomulco de Zúñiga. EFE/F. Guasco

CRÓNICA

“Yo escuché cinco explosiones, ya luego vi el fuego”

Un olor a quemado inunda la zona desde el Centro de Tlajomulco. Las familias a lo largo de la calle Flaviano Ramos y desde Abasolo han salido a las calles para comentar lo ocurrido mientras presencian la pasarela de las unidades de emergencia y seguridad.

Los vecinos conversan sobre lo que escucharon. “Se oyó un fuerte estruendo”. “Escuché al menos cinco explosiones seguidas y luego vi el fuego”. “Pensé que iba a llover, escuché el estruendo, vi la luz y pensé que venía una gran tormenta”. “Cuando llegamos, las señoras estaban muy asustadas, llore y llore”, comentan los residentes del lugar.

Para llegar al lugar, hay que seguir derecho a lo largo de un kilómetro hasta donde la calle se ha convertido en un camino sin iluminación. Las unidades de emergencia de los tres órdenes de Gobierno no dejan de pasar, más de medio centenar de ellas se han congregado en el lugar.

Las camionetas de la Fiscalía estatal, el Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad del Estado, junto con ambulancias de diferentes lugares, llegan de dos en dos o de tres en tres al punto en medio de un coro de sirenas. Momentos antes, al menos un artefacto explosivo detonó.

En el lugar no queda nada de las camionetas, sólo se aprecian algunas estructuras metálicas que antes formaban parte de los vehículos. Las llamas se están extinguiendo gradualmente y dejan de iluminar el área, ahora iluminada por las luces intermitentes de las patrullas.

Los militares y las fuerzas policiales civiles no se comunican entre sí, pero están ahí para resguardar la zona y evitar nuevos ataques a las autoridades.

“Mi esposo subió porque tiene un terreno arriba y, al enterarse de que la Fiscalía estaba buscando una fosa que encontraron, fue a llevar sus documentos en caso de que fuera en su propiedad para evitar problemas. Estaba mostrándolos cuando ocurrió la explosión. Dicen que un policía pisó algo y explotó. Mi esposo no contesta el teléfono, no está en la Cruz Verde. Un conocido me dijo que lo vio con las vísceras expuestas, pero todavía no sé nada”, dice una mujer preocupada mientras espera en el punto de precaución ubicado a unos 200 metros del lugar de la explosión para evitar el paso.

Aún se desconoce si se trató de una mina terrestre o si alguien arrojó deliberadamente los explosivos en el lugar. Un binomio canino detector de explosivos sube al área.

La mujer logra subir para ver los cuerpos, pero ninguno es el de su esposo hasta ese momento. Sigue esperanzada de que esté vivo, pero aún no lo ha encontrado.

Mientras tanto, en la Cruz Verde, rodeada también de decenas de vehículos de la Fiscalía Estatal y de diferentes cuerpos policiales, esperan a los heridos. Algunos tienen quemaduras y otros parecen haber sido alcanzados por esquirlas de los explosivos. Hay al menos cuatro mujeres, un menor y más policías, incluso algunos aún con sus armas en mano.

La noche continúa avanzando y con ella crece la incertidumbre. Será hasta la mañana cuando la luz del día permita saber que al menos siete artefactos “improvisados” detonaron en el lugar, cobrando la vida de las personas y oficiales que acudieron al sitio tras una “llamada anónima” que advertía sobre la presencia de una fosa clandestina.

Así concluye otro día en Jalisco, donde las cifras oficiales aseguran que la inseguridad está disminuyendo, pero comienza otro día en el que los acontecimientos “sin precedentes” se apoderan de la tranquilidad de los jaliscienses.

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