Un proyecto exitoso

Acostumbrados, como estamos los tapatíos, a cuestionar y poner en tela de juicio cualquier iniciativa o declaración de la autoridad, y más cuando se trata de una obra que es celebrada por la clase política, pocas ocasiones tenemos para manifestarnos de acuerdo con una iniciativa de origen gubernamental que, a todas luces, ha resultado benéfica para la mayoría.

Menos todavía, son los ejemplos de empresas oficiales que también obtienen la aprobación de las minorías que deben hacer el sacrifico para favorecer al resto de la comunidad.

Pues bien, considerando el paso del tiempo los resultados, la Vía RecreActiva --que hoy cumple cinco años desde su inicio en Guadalajara y que actualmente ya se extendió a otros municipios de la urbe-- cumple con los requisitos para ser considerada como una iniciativa surgida de un gobierno particular que fue totalmente aprobada por la ciudadanía.

Este “parque lineal”, que los urbanistas explican en términos académicos, terminó por ser la excelente adaptación local de un modelo que se tomó prestado de Bogotá, Colombia, y que según afirman sus responsables y promotores, ya es un ejemplo a seguir en todo el mundo.

Por otra parte, aún sin saber cómo es vista por los expertos o juzgada en otras latitudes, la “Vía”, como se bautizó popularmente, es una ocasión semanal para ganar los espacios de convivencia, diversión y descanso, que el resto de la semana la conflictiva ciudad les niega a sus habitantes.

En ningún análisis se refleja nítidamente la satisfacción del niño que por fin puede libremente, montar la bicicleta y pedalear sin temor a los automóviles. Tampoco figura en los estudios la complacencia de los ancianos que, en sus tiempos y bajo sus condiciones, cuentan con un espacio libre para una caminata. Son tan numerosas las actividades que sólo en la “Vía” pueden realizarse, que contarlas equivale casi a numerar a los asistentes.

La Vía RecreActiva, a cinco años de distancia --que más bien son pocos-- ya es parte de las costumbres de la ciudad. Se está arraigando a toda velocidad.

Si la clase gobernante a que se hace referencia al inicio de este editorial analizara, a la luz del conocimiento vigente sobre políticas públicas, qué factores permitieron el éxito de la “Vía”, podrían aplicarlos en muchos otros proyectos que hasta ahora, han encontrado resistencia social o de plano, están condenados a fracasar.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando