Como en otras entidades, también en Jalisco se siguió a pie juntillas la misma medida, aun cuando el flujo de dinero no ha sido tan rápido ni tan abundante como se necesita, además de que trámites y especificaciones siguen siendo complicados, un factor poco tomado en cuenta en los programas gubernamentales a favor del empleo.
De hecho, el día de ayer, durante la ceremonia de Toma de Protesta del Comité Directivo de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, el presidente del organismo, Gustavo Arballo Luján, exhortó al titular del Gobierno estatal, Emilio González Márquez, a simplificar la realización de los proyectos de construcción e infraestructura desde la planeación hasta la ejecución del proyecto, pasando por las bases.
La aplicación de una estrategia emergente ante un escenario crítico e incierto, cuya evolución está sujeta a indicadores y decisiones externas, reclama acciones igual de urgentes en todas las áreas, de tal manera que se garantice el logro de los objetivos.
En la misma ceremonia, el gobernador González Márquez refirió una vez más que en 2009, en Jalisco, se hará la inversión en infraestructura más importante de la historia, cercana a los 11 mil millones de pesos; no obstante, hasta ahora, las obras adjudicadas alcanzan un monto de mil 200 millones de pesos.
En esta materia, como en todas, se requiere transparencia y celeridad, así como explicaciones claras con respecto al subejercicio que diversos actores políticos desde la oposición, han criticado.
Nadie niega la bondad de los propósitos y de las decisiones que se han tomado, ni de las primeras acciones que, hasta el momento, dejan al titular del Ejecutivo estatal “tranquilo, mas no satisfecho”, sin embargo, es preciso no dejar cabos sueltos y demostrar, por ejemplo, que el subejercicio efectivamente no se perdió, y sirvió para “no detener obra”.
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