Ayer, por tercer día de la semana que termina, varios puntos de la ciudad que son medidos por la Red de Monitoreo Ambiental, presentaron altos niveles de contaminación de ozono, y por primera vez el viernes la Secretaría del Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades) decretó por la tarde la Fase 1 de contingencia ambiental en las zonas Centro, Oblatos y Atemajac.
Hacia el mediodía de ayer, la Semades reportó que los índices comenzaron a salirse de norma por encima de los 100 puntos Imeca, y progresivamente se agudizaron por las altas temperaturas y los incendios. Adicionalmente influyó la dirección de los vientos de Sur a Norte con poca velocidad, y todo ello generó que los contaminantes de toda la ciudad se desplazaran hacia las zonas mencionadas.
El plan de contingencia fue decretado y debieron suspenderse actividades escolares y de guarderías (que en este caso no tuvo aplicación porque no hay clases como parte de las medidas para prevenir el contagio de la influenza humana); incluye también la prohibición de quemas de cualquier tipo de material o residuo a cielo abierto; la difusión de la información principalmente en centros escolares, clínicas y hospitales, y la agilización del tráfico vehicular, entre otras cosas.
Ciertamente a lo largo de las avenidas céntricas pudo observarse que elementos de la Secretaría de Vialidad y Transporte (SVyT) cumplían su parte y se daban a la tarea de hacer fluido el tránsito vehicular. Luego vino la tormenta ya al atardecer y seguramente ello contribuyó a disipar los altos niveles de contaminación.
Es importante que, dentro de la emergencia epidemiológica por el virus A H1N1 y las medidas restrictivas que ello conlleva, no se descuide la atención a problemas como la elevación de los índices de polución, porque ahí también va de por medio, toda proporción guardada, la salud de la población.
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