La Cruz Roja Mexicana es una institución no lucrativa, de interés social y voluntaria que presta auxilio a la población que se encuentre en situación de riesgo o de desastre, y asiste en forma permanente en caso de accidente; tiene como finalidad aliviar el dolor humano mediante atenciones inmediatas de acuerdo a cada situación en particular. Es así como Wikipedia define a la benemérita institución, que subsiste y se mantiene de las donaciones que recibe de los ciudadanos a través de la colecta anual, que precisamente inició ayer a nivel nacional y hoy será puesta en marcha en Jalisco.
En esta ocasión, la meta es colectar 250 millones de pesos, lo cual sólo se logrará con el apoyo solidario y generoso de todos los mexicanos. Ayer, el Presidente Felipe Calderón fue el primero en hacer su aportación, al tiempo que hizo un llamado a la sociedad para que, independientemente de las dificultades propias de la coyuntura internacional que se está viviendo y que ha ocasionado una grave crisis económica, apoye a la Cruz Roja para que ésta pueda continuar su labor insustituible en la prestación de auxilio en los momentos difíciles de las personas.
La Cruz Roja presta su ayuda sin distinguir condición social, ni ideología, religiosa o regional; atiende por igual al rico y al pobre, ayuda para salvar vidas sin mirar a quien. Y si nos detenemos a reflexionar sobre este punto, nos daremos cuenta que todos, en algún momento, podemos llegar a necesitar de sus servicios. De hecho, difícilmente habrá alguien en cuyo entorno, familiar o social, no haya habido algún caso en que los servicios de la Cruz Roja se hayan hecho necesarios. De ahí la importancia de contribuir, en la medida de las posibilidades de cada quien, teniendo en cuenta que la aportación que se haga, sea cual fuera, puede hacer la diferencia para salvar vidas.
A ser solidarios y generosos, seguramente encontraremos a los voluntarios que portando alcancías nos abordarán en algún punto de la ciudad; la Cruz Roja necesita de nosotros, ojalá nosotros nunca necesitemos de ella.
En esta ocasión, la meta es colectar 250 millones de pesos, lo cual sólo se logrará con el apoyo solidario y generoso de todos los mexicanos. Ayer, el Presidente Felipe Calderón fue el primero en hacer su aportación, al tiempo que hizo un llamado a la sociedad para que, independientemente de las dificultades propias de la coyuntura internacional que se está viviendo y que ha ocasionado una grave crisis económica, apoye a la Cruz Roja para que ésta pueda continuar su labor insustituible en la prestación de auxilio en los momentos difíciles de las personas.
La Cruz Roja presta su ayuda sin distinguir condición social, ni ideología, religiosa o regional; atiende por igual al rico y al pobre, ayuda para salvar vidas sin mirar a quien. Y si nos detenemos a reflexionar sobre este punto, nos daremos cuenta que todos, en algún momento, podemos llegar a necesitar de sus servicios. De hecho, difícilmente habrá alguien en cuyo entorno, familiar o social, no haya habido algún caso en que los servicios de la Cruz Roja se hayan hecho necesarios. De ahí la importancia de contribuir, en la medida de las posibilidades de cada quien, teniendo en cuenta que la aportación que se haga, sea cual fuera, puede hacer la diferencia para salvar vidas.
A ser solidarios y generosos, seguramente encontraremos a los voluntarios que portando alcancías nos abordarán en algún punto de la ciudad; la Cruz Roja necesita de nosotros, ojalá nosotros nunca necesitemos de ella.
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