Los jaliscienses no podrán olvidar que la Legislatura anterior se distinguió por una serie de desacuerdos entre las distintas fracciones, por el golpeteo constante entre unos y otros y, sobre todo, por sus diferencias con el Ejecutivo estatal, lo que llevó a poner freno, en no pocas ocasiones, a iniciativas de este último, y a decisiones que pudieron haber cambiado el rumbo de la Entidad. Por ello, lo que ayer dejaron ver los nuevos diputados es una buena señal... si no queda sólo en buenas intenciones.
Además, esta Legislatura inicia con muestras de una buena relación con el Ejecutivo, cuyo titular, Emilio González Márquez, presente como invitado en el acto protocolario de ayer, se dirigió a los nuevos diputados en tono conciliador, exhortándolos a dejar atrás las diferencias ideológicas partidistas, y ofreció que el Ejecutivo respetará las decisiones que tome el Legislativo.
El coordinador de los diputados panistas, Abraham González Uyeda, convocó a los integrantes del nuevo Congreso a trabajar en unión para lograr una “Legislatura de vanguardia, una Legislatura ciudadana que con visión de futuro sea sensible a los problemas cotidianos de las personas”. Su invitación fue aceptaba por el resto de los coordinadores.
En síntesis, un arranque de la LIX Legislatura que hace concebir esperanzas de que los próximos tres años serán positivos para Jalisco y los jaliscienses; los ciudadanos esperan que los nuevos diputados hagan el trabajo que les corresponda, no más, pero tampoco menos; que queden atrás los conflictos de carácter partidista, y entre Legislativo y Ejecutivo impere el diálogo. Que por encima de cualquier interés, esté el de un Jalisco mejor.
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