Sacrificio

En un hecho que podría parecer simbólico, el Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, promulgó el decreto que modifica la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para que ningún funcionario público del Gobierno federal gane más que el Jefe del Ejecutivo.

Si bien la modificación entrará en vigor hasta que se discuta y apruebe el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2010, la promulgación se difundió de manera que podemos los mexicanos tener la certeza de que será un hecho en unas cuantas semanas más.

La decisión que inició el Ejecutivo y finalmente, después de dos años, aprobó el Legislativo, conlleva un significado profundo que va más allá de los pesos y centavos, que no son cosa menor: rendición de cuentas, transparencia, austeridad y sacrificio.

Es sabido que de los presupuestos públicos, alimentados por los impuestos que pagamos los contribuyentes, la mayor parte se destina al pago de gasto corriente que incluye salarios y prestaciones de los burócratas, amén de vehículos, combustible, viáticos y muchos otros que dejan una mínima proporción para la inversión en obra pública y para la implementación de diversos programas.

En estos momentos, independientemente del contexto mundial, México atraviesa por una severa crisis económica reconocida ya por las autoridades federales, especialmente por la Secretaría de Hacienda; y resulta urgente no sólo controlar los ingresos de los servidores públicos y otros gastos en las dependencias gubernamentales sino, y fundamentalmente, transparentar lo que gana cada uno y que, sobre eso, cada uno rinda cuentas.

En la ceremonia de promulgación del decreto que modifica la Constitución para que los servidores públicos del Gobierno federal no ganen más que el titular del Poder Ejecutivo, el Presidente Felipe Calderón instó a los gobiernos de las entidades federativas para que hagan las reformas correspondientes y para que, en consecuencia, se reporte “el monto total de las remuneraciones que perciben en el desempeño de sus cargos y adecuarlas a la tabulación ordenada que a partir de hoy establece la Constitución General de la República”.

En estos tiempos, el sacrificio, dijo el Presidente Calderón, debe ser primero de los servidores públicos.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando