SIAPA: ¡Sálvese quien pueda!

Como ya es costumbre en determinada clase política, mientras las cosas aparentan estar bien, todos son “amigos del alma” y conforman una unidad monolítica, pero a la hora de que surgen los problemas, son las indiscreciones, acusaciones y desmentidos los que prevalecen; tal es el caso de las recientes denuncias mediáticas entre el antiguo director del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), Rodolfo Ocampo, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), las actuales autoridades municipales de la zona metropolitana y el propio director en turno del organismo, pero hasta la fecha, nada de denuncias claras ante las autoridades competentes.

La infaltable danza de los millones y millones de pesos, de los cuales nunca se ha llegado a saber cuántos se ejercen y cuántos se roban o invierten en campañas políticas u otras causas no santas, está a la vista de nuevo, pero sin nadie que le ponga el cascabel al gato, o mejor dicho a las ratas, pues seguramente prevalece la sentencia de que “como me ves te verás”, o aquella que establece “con la vara que midas, serás medido”; aún más, para poder denunciar abiertamente, es necesario tener la cola muy chica.

Empero, con independencia de cuál o cuáles sean las causas por las que no se procede jurídicamente y ante las autoridades correspondientes, el temporal de aguas se avecina, existen muchas calles abiertas por obras inconclusas y un diagnóstico técnico profesional —al cual tuve acceso— que determina una serie de situaciones que pudieran llegar a dejar a la Zona Metropolitana de Guadalajara —o una buena parte de ella— sin el preciado líquido durante semanas o meses, lo que provocaría un caos de enormes dimensiones e incalculables consecuencias.

Y para que quede bien claro, dicha situación —de presentarse— no sería provocada por el llamado “tandeo” para efectos de reparación y/o mantenimiento de infraestructura del SIAPA, sino a una caída drástica de todo el sistema, debido a las muy lamentables condiciones en que se encuentra desde hace años. Sin embargo, en esta ocasión no es el caso hablar de las pésimas condiciones en que se encuentran acueductos, pozos, sistema de enfriamientos e instalaciones —entre muchos otros—, sino de quienes de una u otra forma han ejercido el multimillonario presupuesto con que se dotó al organismo, sin que rinda cuentas claras.

Porque aunque se afirma que las campañas electorales resultan muy caras, los montos de las irregularidades de que se habla superan con creces cualquier expectativa, esto es, los llamados “diezmos”, las nuevas plazas para los “cuates”, la asignación de obras a incondicionales o hermanos de ya sabe usted quién, son “pecata minuta”, porque repito, las irregularidades engloban decenas de millones de pesos.

Como diría endenantes…¿sin trucos?

(ccmadrid@att.net.mx)
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