Manejar un automóvil es una gran responsabilidad; no basta con saber los mecanismos necesarios para la conducción, se requiere tener conciencia de que la vía pública es propiedad de todos, y por tanto se deben respetar los derechos de los demás. El no atender los reglamentos de tránsito, conducir a exceso de velocidad, hacer caso omiso de los señalamientos y, sobre todo, manejar en estado de ebriedad, puede ser causa de accidentes de consecuencias que van desde daños materiales y físicos, hasta resultados fatales con pérdida de vidas.
En días pasados, la Secretaría de Vialidad y Transporte, en conjunto con la Policía de Guadalajara y la Secretaría de Salud, llevaron a cabo un operativo en distintos puntos de la ciudad, que reveló una tendencia de sobra conocida, y que sin embargo continúa en ascenso: que el consumo de alcohol no es compatible con la conducción de vehículos, y junto con el exceso de velocidad, son los principales factores causantes de accidentes viales. Nada nuevo, desde luego, lo lamentable es que a pesar de las continuas campañas para concientizar a la ciudadanía al respecto, los índices de siniestros por estas causas no registran decremento alguno.
Las estadísticas revelan focos rojos en diversos puntos de la ciudad, y avenidas como Vallarta, Lázaro Cárdenas y, desde luego, el Periférico, registran el mayor número de accidentes, que aumentan durante los fines de semana. Y en la mayoría de percances los involucrados son jóvenes adolescentes que conducen bajo la influencia del alcohol.
Ante este panorama, la Secretaría de Vialidad y Transporte ha implementado —sobre todo los fines de semana— la aplicación del alcoholímetro a aquellos conductores que cometen alguna violación a los reglamentos de tránsito, y anuncia que a partir del próximo 14 de diciembre reforzará esta medida, toda vez que con las fiestas decembrinas aumenta el consumo de alcohol y, por ende, el número de accidentes.
Qué bien que Vialidad haga su trabajo, pero lo mejor será que quienes conducimos un vehículo lo hagamos con responsabilidad, evitando el consumo de alcohol. Hacerlo así puede representar el salvar la propia vida y la de los demás.
En días pasados, la Secretaría de Vialidad y Transporte, en conjunto con la Policía de Guadalajara y la Secretaría de Salud, llevaron a cabo un operativo en distintos puntos de la ciudad, que reveló una tendencia de sobra conocida, y que sin embargo continúa en ascenso: que el consumo de alcohol no es compatible con la conducción de vehículos, y junto con el exceso de velocidad, son los principales factores causantes de accidentes viales. Nada nuevo, desde luego, lo lamentable es que a pesar de las continuas campañas para concientizar a la ciudadanía al respecto, los índices de siniestros por estas causas no registran decremento alguno.
Las estadísticas revelan focos rojos en diversos puntos de la ciudad, y avenidas como Vallarta, Lázaro Cárdenas y, desde luego, el Periférico, registran el mayor número de accidentes, que aumentan durante los fines de semana. Y en la mayoría de percances los involucrados son jóvenes adolescentes que conducen bajo la influencia del alcohol.
Ante este panorama, la Secretaría de Vialidad y Transporte ha implementado —sobre todo los fines de semana— la aplicación del alcoholímetro a aquellos conductores que cometen alguna violación a los reglamentos de tránsito, y anuncia que a partir del próximo 14 de diciembre reforzará esta medida, toda vez que con las fiestas decembrinas aumenta el consumo de alcohol y, por ende, el número de accidentes.
Qué bien que Vialidad haga su trabajo, pero lo mejor será que quienes conducimos un vehículo lo hagamos con responsabilidad, evitando el consumo de alcohol. Hacerlo así puede representar el salvar la propia vida y la de los demás.
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