Al inaugurar el evento, el presidente de la Junta de Coordinación Política, el priista Manlio Fabio Beltrones, dijo que iniciar la revisión del marco electoral antes de las elecciones del 5 de julio es reflejo del propósito de entrar a una revisión minuciosa y objetiva del mismo, “ya que el Senado está para escuchar y atender éstas y otras opiniones, y en este caso legislar con responsabilidad para reforzar el carácter del sistema electoral mexicano”.
Indicó que se trata de avanzar en la reforma, no de retroceder, sino de ampliar y depurar los canales de representación, además de procurar los mandatos legítimos y suficientes.
Al decir de Beltrones, en este foro sólo se discutirán temas que la reforma anterior no consideró; literalmente dejó en claro que la próxima reforma será como ellos consideran que le conviene a la República, y no como voces de la sociedad han estado pidiendo desde hace sexenios que ocurra. Al menos así ha sido la decisión de la mayoría conformada en la Junta de Coordinación Política del Senado, liderada por los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución democrática.
Habló de las candidaturas ciudadanas; pero nada dijo, por ejemplo, del referéndum, de la consulta pública y el plebiscito. Por ahora, dijo Beltrones, seguirán pendientes en el Congreso los cambios que algunas fuerzas políticas juzgan necesarios en el orden del régimen político, como son las iniciativas de reelección legislativa, la reducción numérica en la integración de las cámaras y los mecanismos de la democracia directa que se vienen debatiendo en la arena política.
A raíz de lo dicho por Beltrones, entre legisladores priistas, panistas y perredistas han proyectado ya un techo de cristal a la futura reforma electoral. Y nada pasará más allá de lo que ellos quieran.
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