Ya en las instalaciones de la Cámara de Diputados, el cómico alborotó a los legisladores de todos los grupos parlamentarios. Lo calificaron de héroe nacional, de referente histórico y generador de la cohesión familiar de los mexicanos. El panista Ignacio Téllez González, por ejemplo, al ver a Chabelo gritó como hacía Speedy González: ¡Yepa, yepa, ándale, ándale!, Otro panista, Jaime Oliva, señaló que estaba ante un héroe. El diputado Reyes Tamez, del partido Nueva Alianza, ex secretario de Educación Pública y presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología, pidió a los niños seguir el ejemplo del comediante; mientas que la panista Paz Gutiérrez Cortina, técnica en historia del arte, dijo que Chabelo era parte de su familia. “Has entrado a la intimidad de mi hogar —dijo—, durante muchísimos años, los domingos a las siete de la mañana, dándonos la oportunidad de unas horas más de sueño… Dios bendiga tu trabajo”.
Le agradeció haberla dejado dormir un poco más los domingos con la tranquilidad de que sus niños estaban bien cuidados, bien entretenidos, formándose en un espíritu cívico y de valores. No sé ustedes, pero yo, hoy me entero que la promoción de la obesidad es un valor.
Recuerdo que hace dos años la Comisión de Cultura intentó hacer una lectura continuada de la obra de José Luis Martínez en la tribuna de San Lázaro, que iniciaría el poeta Adolfo Castañón, pero fue imposible debido a la falta de acuerdo entre los panistas. En esta ocasión, y sin consultar al pleno de la Comisión de Cultura, todos los diputados aceptaron llevar a Chabelo al Salón de protocolo, destinado por este poder para la recepción del informe presidencial, diplomáticos y secretarios de Estado.
El Premio Cervantes pasó de noche en la Comisión de Cultura, lo cual no es lamentable, lo realmente lamentable y contradictorio, es que hace un par de semanas los diputados aprobaron una serie de reformas a la Ley de Salud para combatir el grave problema de la obesidad, y hoy homenajean a uno de sus promotores. La perezosa diputada Paz Gutiérrez, quien agradece a Chabelo haberla dejado dormir un poco más los domingos por la mañana “con la tranquilidad de que los niños estaban bien entretenidos y formándose en un espíritu cívico y de valores”, olvida que el programa del empresario Javier López es un enorme anuncio comercial de comida chatarra disfrazado de programa infantil.
(48.carlos@gmail.com)
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