Y su discurso no quedó allí, sino que convocó a todos los mexicanos a no alejarse de la participación política, a exigir respuestas a los partidos políticos, y si éstos no responden, propuso crear otros.
El marco fue el foro sobre “Seguridad y Justicia”, en donde el empresario Alejandro Martí hizo una crítica severa y puntual del sistema judicial en particular, y de la clase política en general, que calificó de obsoleta, corrupta y alejada de la ciudadanía.
Martí, quien encabeza la organización no gubernamental México SOS, abundó al afirmar que se pierde ciudadanía por motivos del crimen y la impunidad, por la indiferencia, ineficiencia, corrupción y omisión de muchos miembros de la clase política mexicana.
Los movimientos inéditos en nuestro país, dada su magnitud y la organización espontánea y creciente, con miras a las elecciones del 5 de julio, han llamado la atención de la clase política, y ahora, a 11 días de la jornada electoral, en actos que se antojan casi desesperados, se exhorta a los mexicanos a participar, cuando durante años decenas de intentos e iniciativas de participación activa y responsable han sido desestimados, menospreciados y, por supuesto, ignorados.
El Presidente Felipe Calderón reseñó en su discurso demandas ciudadanas añejas que reclaman atención urgente, y si bien se refirió a la necesidad de que la ciudadanía ya no esté (y nunca más) ausente de la política, también reconoció que la gente toca la puerta de los políticos y éstos no abren, ni escuchan, ni atienden, y en cambio sí fallan.
Como sucede casi siempre en México, cuando la autoridad o algún líder ciudadano reconocen públicamente lo que para la sociedad es una realidad, cuando a las cosas se les llama por su nombre, esa realidad adquiere otra dimensión. Ésta es también una noticia de que la sociedad mexicana se está moviendo y por lo menos va un paso adelante de la clase política.
Síguenos en