Pica... porte

El “poli” cuida la puerta
en una larga jornada
esperando que ese día
los hampones no hagan nada.

Quienes vigilan los bancos
los paga el Ayuntamiento,
mientras que los malandrines
van a algún fraccionamiento.

Pero, qué pobres banqueros,
la crisis les ha pegado,
¡no tienen para pagar
a un policía uniformado!
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