Paso a la cordura



Se fue de las cámaras de Diputados y Senadores. Pero este domingo, el Frente Amplio Progresista (FAP) reaparecerá en el Zócalo de la Ciudad de México, donde anunciará —con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza— la segunda fase de lo que ha dado en llamar resistencia civil pacífica, que tiene como propósito fundamental evitar “a toda costa y cueste lo que cueste” lo que define como privatización simulada de la industria petrolera nacional.

Los legisladores integrantes del FAP desocuparon ayer las tribunas del Congreso de la Unión, después de tenerlas tomadas desde el 10 de abril; fueron largos días de negociaciones en un ambiente de tensión, desde que el Ejecutivo federal presentó su propuesta de reforma energética, lo que motivó la reacción del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que secundado por Convergencia (PC) y el Partido del Trabajo (PT) decidió “clausurar” el Congreso, en un hecho inédito en la historia del país.

El FAP desocupó las tribunas a una sesión del final del periodo ordinario presente. Lo hizo en medio de la apuesta generalizada de sus críticos, dentro y fuera del Congreso de la Unión, de que ha perdido imagen y credibilidad entre los votantes. Juran los del FAP que no es así. Que quedaron victoriosos, porque sin duda evitaron el “albazo”, el “madruguete” que pretendían priistas, panistas y pvemistas para aprobar en abril la reforma energética de Felipe Calderón. Gobiernistas y opositores están frente a frente y con un debate en las manos del que no se sabe aún cómo habrá de conformar su tonalidad definitiva.

En el Senado y en la Cámara de Diputados, los coordinadores priistas y panistas estuvieron apostando a la declaración aquélla en que afirman que el FAP se desgastó y que ha perdido terreno ante la ciudadanía, que reprueba “estos actos de piratería” de las tribunas del Congreso. Desgastados o no, los fapistas aseguran que seguirán en sus acciones de resistencia civil, y por lo pronto anuncian una gran movilización para mañana.

Las tribunas del Congreso de la Unión han quedado libres, por fin; sin embargo, el episodio insólito que duró 16 días quedará registrado en los anales de la historia como uno de los actos más vergonzantes que se han vivido en el Poder Legislativo, en donde están representados los intereses ciudadanos para la defensa de los mismos. Por ello surge la pregunta de si será ésa la manera en que los mexicanos queremos ser representados.

Sin embargo, se ha dado al fin un paso positivo; lo que vendrá enseguida es difícil pronosticarlo, pero lo deseable y lo que todo México espera, es que impere la cordura, que se lleve a cabo un debate profundo de la propuesta de reforma energética, que sea un análisis plural en donde sean escuchadas todas las voces y, sobre todo, que al final lo que se apruebe sea de verdad lo mejor para el futuro del país.
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