Optimismo

Si el año 2008 resultó especialmente difícil en materia económica, debido a la crisis que se inició en Estados Unidos en los últimos meses del año y se extendió a prácticamente todo el mundo, los efectos de la misma se sentirán con mayor fuerza en este naciente 2009, y ello ya no resulta desconocido para nadie; de hecho, el tema económico predomina en todos los ámbitos y a diario surgen noticias sobre las dificultades que se van presentando: altibajos en las casas de bolsa, cierre parcial o total de empresas con la consecuente pérdida de empleos, la cada vez menor capacidad adquisitiva, etc.

Y ante un mar de noticias alarmantes, aunque apegadas a la realidad, el Presidente Felipe Calderón, en su primer mensaje del año, se refirió al tema, y luego de reconocer que 2009 será un año “complejo” para la economía del país, salió a relucir el optimismo al decir que el nivel de riesgo financiero y macroeconómico de México es inferior al de otros de la región, y se declaró convencido de que aquí, esos efectos serán superados.

Calderón dijo que el México actual está “mucho mejor preparado que en el pasado”  para enfrentar una crisis, lo cual se considera acreditado por los reportes de las principales firmas internacionales, como Scotianbak, que afirma que a diferencia de Estados Unidos, el Gobierno mexicano cuenta con un mayor margen de maniobra para incrementar su endeudamiento y su nivel de gasto, lo que le ayudará a generar una dinámica propia en su economía y enfrentar la actual crisis global.

Para afrontar la crisis económica, el Gobierno federal planea, entre otras medidas, invertir unos 600 mil millones de pesos en infraestructura a lo largo del año. Calderón sostuvo que cuando pase la crisis lo que le quedará al país serán “cambios, acciones, reformas y obras que hagan de México una nación más desarrollada, justa y próspera”.
Para iniciar el año, un mensaje pleno de optimismo siempre será bien recibido, pero más lo será si esas palabras son respaldadas por todos los órdenes de Gobierno y la sociedad en pleno, y desde luego si son acompañadas de acciones concretas.
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