Letras traviesas

He titulado este artículo "Letras traviesas" cuando mejor le iría “Académicos Traviesos".
 
Tuve que ir el otro día a la Embajada de España y allí obtuve una simpática revista llamada  "El Mentidero de la Villa y Corte" que publica la casa de Madrid en México.
 
Ha llamado mi atención el artículo dedicado a nuestro abecedario en el cual han hecho ciertas reformas los señores académicos de la Real Academia Española.
 
Representantes de las 22 Academias de la Lengua Española, reunidas en San Millán de la Cogolla, pueblo de la Rioja, de gran importancia para la lengua castellana, propusieron varias normas nuevas para nuestro abecedario.
 
Por más que me he puesto a pensar no he podido imaginarme cómo ha de ser el arduo trabajo de estos señores cultos, sabios, escritores y duchos en nuestro hablar. El caso es que de vez en cuando mueven nuestras letras de la  "a”  a la  "z" y por eso las  llamo  traviesas, reconociendo que los traviesos son ellos.
 
A mí me gustaba y sigue gustándome la che y la elle. Pues bien ellos dicen que no existen: son c-h  y l-l.
 
Chocolate ¡qué rico!

Llanto ¡qué triste!
 
Que tampoco digamos  "i” griega • sino "ye”, y que eso de la  “b”  grande y “v” chica, se reduzca a la "b" y uve,  y la doble “b”  a uve doble. Esto último ya se decía hace años.
 
Lo que sucede es que cada país de habla hispana tiene sus peculiaridades respecto a esta ortografía y los señores académicos quieren unificar tal parte de la gramática.
 
Lo que me parece raro es que quiten el acento o tilde al adverbio  "sólo", No lo entiendo, con el acento es diferente del  adjetivo.
 
Un solo niño cruzó la calle.

Sólo pagan multa los que no obedecen.
 
Pues yo creo que a sólo adverbio seguiré adornándolo con el acento.
 
Interesante es saber que México va a la cabeza de los países que  hablan español. El segundo son los Estados Unidos.
 
También encuentro raro y equivocado que supriman el acento de la  “o” cuando va entre números. Por ejemplo: 6 ó 7. Sin la tilde o acento uno puede equivocarse y leer seiscientos siete en vez de seis o siete.
 
Estos cambios o novedades no han convencido a todos, pero ahí están. Ahora tenemos 27 letras en nuestro abecedario y los  niños en las escuelas tendrán que hacer sus rectificaciones. Los maestros primero.

Toluca, enero 2011.
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