Con eso, en lo que pasa la crisis internacional, los pobres se quedarán igual de pobres, pero al menos no más pobres.
Luego el Gobierno empezó a apretar las tuercas a los ricos con la disminución en los subsidios generalizados, particularmente en la gasolina.
Así, la política del Presidente Calderón fue: los ricos pueden asumir el golpe, pero hay que proteger a los pobres. El discurso gubernamental es polarizante: si eres pobre te ayudamos, si eres rico te puedes aguantar.
Pero nadie habla ni se ocupa de la clase media. En promedio, una familia que tiene al mes ingresos por cuatro mil 100 pesos recibe el apoyo Oportunidades; pero si su ingreso es de cuatro mil 800, ya no le toca, ya no se considera pobre.
En la última década, la política macroeconómica ordenada —sin estrepitosas crisis ni súbitas devaluaciones— ha generado que un sector de la población brinque esa línea de pobreza, esos 700 pesos que, según las estadísticas, diferencian al pobre del no tanto: la señora que compró lavadora, el señor que abona a la hipoteca de su departamento, la pareja joven que paga mes a mes su coche austero, familias que dejaron el estado de supervivencia.
No son ricos, pero tampoco son pobres. De hecho, están más cerca de los pobres que de los ricos. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), 42 millones de mexicanos se organizan para vivir con mil 650 pesos al mes, es decir, 55 pesos diarios. Esa naciente clase media está vapuleada, y corre el riesgo de perder en este año lo que fue ganando por goteo en una década, y volver a formar parte de las estadísticas de población en pobreza.
No son ricos, pero les han ido quitando el subsidio a la gasolina y lo resienten, sea porque tienen coche, sea porque han aumentado las tarifas del transporte público.
No son pobres y por eso pagan mucho más por la comida sin recibir un “extrita” del Gobierno para que sigan sirviendo igual en sus mesas.
Una muestra: En tiempos de bonanza económica, el ticket promedio que paga una persona mexicana en la caja del supermercado está compuesto mitad por alimentos y mitad por otros bienes; cuando la crisis de 1995, ese ticket promedio subió hasta 75% de alimentos... ahorita ya va en 71.
Saciamorbos
El presidente municipal de Morelia portaba chaleco antibalas escondido bajo la ropa la noche del Grito que derivó en terrorismo. ¿Sabía algo? ¿A él sí le llegaron las alertas? ¿Y Godoy? ¿También traía chaleco?
CARLOS LORET DE MOLA A. / Periodista.
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