Justa medida

La manipulación y ocultamiento de datos es una práctica desafortunada y frecuente de algunos gobiernos sobre la base de que lo que se ignora no genera conflictos, preocupaciones ni exigencias de parte de la sociedad afectada por las decisiones públicas.

Sin embargo, amén de que la ciudadanía exige cada vez más y con mayor determinación la verdad con respecto a diversos asuntos, hay temas que si no se dan a conocer con precisión y puntualidad, pueden generar problemas verdaderamente serios, como los relativos a la salud pública.

Minimizar u omitir datos con respecto a amenazas, riesgos o peligros sanitarios puede dar como resultado la flexibilización en las medidas precautorias, negligencia en la actuación obligada del Estado y, por ende, el empeoramiento de brotes, epidemias y pandemias.

Lamentablemente, parece que en el Estado de Jalisco, desde el Ejecutivo a través de la Secretaría de Salud sobre todo, se ha convertido en un patrón, por un lado, la minimización de los problemas sanitarios (el ejemplo más claro es la realidad por contaminación en El Salto y Juanacatlán) y, por otro, el manejo irregular de cifras que tienen que ver con casos de dengue (esto desde el año pasado) y de influenza humana.

Después de la emergencia sanitaria y de que se insistiera en que Jalisco estaba libre de influenza, los jaliscienses nos enfrentamos a la verdad, dada la gravedad de la pandemia, y ahora se da cuenta puntual de casos totales, nuevos y de los fallecimientos.

No obstante, todo parece indicar que se mantiene la tendencia de no dar importancia a un problema de salud, ahora con respecto al dengue, exactamente como sucedió en 2008 cuando las cifras de la Secretaría de Salud estatal no coincidían con la dependencia federal en más de 50 por ciento.

Ocultar esta información, de manera deliberada o por simple y llana incapacidad e ineficiencia, puede ser sumamente grave y perjudicial, porque no se tendrá el mismo rigor que el que se tendría, con base en datos reales, en las medidas preventivas y de combate al mosco transmisor de la enfermedad. Urge que la Secretaría de Salud asuma su responsabilidad en la justa medida.
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