La concentración de alrededor de 100 mil personas que se esperan hoy por la noche en torno a la Glorieta de La Minerva está marcando precedentes en distintos ámbitos de la vida pública de los jaliscienses. El concierto denominado Jalisco en Vivo, el segundo que se celebrará con estas características luego del realizado hace una semana en Puerto Vallarta, dejará marcas y es deseable que todas sean positivas.
Estamos ante una de las pocas oportunidades que se han concebido en nuestra Entidad, de un concierto con esas características, de tener un elenco de artistas que gozan de gran reconocimiento en el medio del espectáculo y que se presentan al aire libre en un evento que no les costará a los asistentes.
Se trata, además, de una propuesta gubernamental que surge a partir del sensible debilitamiento de la actividad turística en Jalisco (que desde luego también causó impacto en otros destinos de atracción para los visitantes) debido a la emergencia sanitaria decretada por la irrupción del virus A H1N1, que se propagó desde el mes de abril y obligó a las autoridades a aplicar medidas restrictivas para actividades de grandes concurrencias.
En ese sentido, es plausible que se destinen recursos para que la gente recupere la confianza de acudir a eventos masivos, por un lado, y para que se muestre en otras latitudes que Jalisco está en condiciones sanitarias y de infraestructura adecuadas para volver a acoger a visitantes de cualquier parte del mundo que tengan interés en disfrutar de los atractivos que aquí existen.
Por las características propias del acto musical, se han tenido que tomar medidas destinadas a restringir la circulación vehicular por la zona, lo que en algunos casos ha provocado la molestia de automovilistas. Pero es de esperar que prevalezca la comprensión de que organizar un magno concierto en torno a uno de los símbolos de la ciudad, como es La Minerva, implica ocasionar molestias transitorias.
Está previsto que más de mil elementos de seguridad estarán atentos para resguardar a todos. Ojalá que la seguridad se extreme, que se eviten las confrontaciones y que todos los asistentes tengan un comportamiento correcto que permita sacar adelante con éxito el evento.
Estamos ante una de las pocas oportunidades que se han concebido en nuestra Entidad, de un concierto con esas características, de tener un elenco de artistas que gozan de gran reconocimiento en el medio del espectáculo y que se presentan al aire libre en un evento que no les costará a los asistentes.
Se trata, además, de una propuesta gubernamental que surge a partir del sensible debilitamiento de la actividad turística en Jalisco (que desde luego también causó impacto en otros destinos de atracción para los visitantes) debido a la emergencia sanitaria decretada por la irrupción del virus A H1N1, que se propagó desde el mes de abril y obligó a las autoridades a aplicar medidas restrictivas para actividades de grandes concurrencias.
En ese sentido, es plausible que se destinen recursos para que la gente recupere la confianza de acudir a eventos masivos, por un lado, y para que se muestre en otras latitudes que Jalisco está en condiciones sanitarias y de infraestructura adecuadas para volver a acoger a visitantes de cualquier parte del mundo que tengan interés en disfrutar de los atractivos que aquí existen.
Por las características propias del acto musical, se han tenido que tomar medidas destinadas a restringir la circulación vehicular por la zona, lo que en algunos casos ha provocado la molestia de automovilistas. Pero es de esperar que prevalezca la comprensión de que organizar un magno concierto en torno a uno de los símbolos de la ciudad, como es La Minerva, implica ocasionar molestias transitorias.
Está previsto que más de mil elementos de seguridad estarán atentos para resguardar a todos. Ojalá que la seguridad se extreme, que se eviten las confrontaciones y que todos los asistentes tengan un comportamiento correcto que permita sacar adelante con éxito el evento.
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