Estructura en construcción

Los presidentes de la región han acordado en Cancún la creación de un nuevo esquema de integración: la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe. Se trata de una estructura difusa, aún en construcción, que por ahora toma como referencia otros mecanismos regionales como el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y la Alternativa Bolivariana de las Américas (Alba).

Como en los casos anteriores, Estados Unidos y Canadá no tienen cabida en este modelo que, con el tiempo, funcionará en forma paralela a la Organización de Estados Americanos (OEA) o, directamente, reemplazará al bloque supranacional, de acuerdo con el presidente latinoamericano que defienda una u otra opción.

El documento preliminar de la Comunidad expresa que se opondrá al uso irracional de la fuerza, defenderá la democracia, respetará los derechos humanos y el medio ambiente, promoverá la cooperación para el desarrollo y la unidad internacional, y abogará por un diálogo que promueva la paz, así como la seguridad regional.

Estos principios sientan una instancia de concertación y participación de carácter regional, inclusiva y abarcativa que, por la cantidad de naciones que la integran, es inédita.
Sólo el tiempo dirá si es posible, además, más allá de la geografía, conciliar en un mismo espacio intereses tan diversos como el de los caribeños con los sudamericanos, ¿qué tendrán en común Haití y Chile?

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe viene a plantear la necesidad de un nuevo orden hemisférico, pero todavía falta construir los caminos, colocar a sus actores en escena, encontrar puntos de acuerdo que desarrollen una sinergia, en definitiva ponerle función a la estructura.

Todo ello sucederá en Caracas, el año que viene. El lugar que se eligió quizá no sea el idóneo. Hoy, en Venezuela no reina, precisamente, la sabiduría ni el equilibrio. Es un espacio de transiciones políticas, de polarizaciones.

Será un contexto difícil para propiciar que, finalmente, amalgamen los intereses diversos. Se corre el riesgo de que la organización nazca polarizada. Sólo el tiempo dirá si la Patria del Libertador Simón Bolívar constituye la mejor opción.
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