Ante la inasistencia de Gutiérrez Carranza a anteriores convocatorias por parte de los legisladores, algunos alzaron la voz, criticaron la desatención del funcionario y eventualmente plantearon su destitución por presunto desacato a uno de los tres poderes del Estado. Los prolegómenos de la comparecencia de ayer presagiaban una sesión álgida, con fuertes dosis de críticas y señalamientos por las fallas en la operación de la SSJ.
No ocurrió semejante cosa. El titular de Salud se apegó a un guión, rindió un informe de alrededor de tres horas, acerca de las últimas cifras y posiciones que ocupa Jalisco a nivel nacional en cuestión de diversas enfermedades, y con respuestas cortas y más bien elusivas, que no fueron confrontadas por los diputados, cumplió el trámite de darle cuentas al Congreso sobre su actuación y la de sus subordinados.
En la dilatada sesión, unos y otros repasaron infinidad de temas, como el trabajo y la cobertura del Seguro Popular, los casos de intoxicación por clenbuterol, las muertes por cáncer cérvicouterino, las acciones de prevención contra diabetes e hipertensión, la nula respuesta a las afectaciones ocasionadas por la contaminación del Río Santiago, el conflicto laboral suscitado en la SSJ y la falta de claridad en los casos de dengue en el Estado.
Con semejante retahila de temas sobre la palestra, a poco llegaron legisladores y secretario. Éste, al término de su comparecencia, finalmente admitió ante los medios de comunicación que Jalisco cuenta hasta el momento con mil 441 casos de dengue, como lo han venido señalando las autoridades federales, y no con 800, como informó la SSJ hasta hace una semana. Y, como si no hubiera pasado nada, Gutiérrez Carranza exhortó a los diputados a trabajar juntos para lograr que Jalisco sea un Estado “saludable”. Falta que nos digan cómo.
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