Obama, el presidente de la República Imperial, viaja a Asia en un recorrido que comprende encuentros con los mandatarios de los principales países asiáticos. De este viaje, al decir de los analistas políticos, está marcado por la reciente derrota electoral, en los importantes comicios intermedios, porque al perder el control de la cámara de representantes y la mayoría de las gubernaturas de aquellos estados de la unión en que hay relevo de gobernador, así como otros cargos de horas de elección popular, su partido del demócrata y él mismo guardan debilitados ante la pujanza de los republicanos radicales y realmente fraccionarios ahora reforzados con el apoyo del llamado grupo político Tea Party, que ya salió a la calle a presionar sus principios ideológicos y que de esa manera se está marcando el nuevo derrotero de un régimen gubernamental del que se espera mucho, pero que la presión política ejercida contra el todavía carismático Obama y que para colmo en la selección de la revista Forbes, de los personajes más poderosos del mundo, queda ubicado en un segundo lugar, justo después del poderoso mandatario chino Hu Jintao con quién se reunirá durante este periplo, muy criticado, por cierto por sus opositores republicanos, por el elevado costo que tendrán que pagar los contribuyentes estadounidenses.
El viaje en cuestión, que se inicia en la India y termina en Yokohoma, Japón, ya tuvo su primer tropiezo al cancelar su visita al Templo Dorado de Amristar, el sitio más sagrado de la religión sij, a fin de no usar el turbante, obligatorio para cualquier visitante y así evitar la toma de fotos que servirán para seguir extendiendo a lo largo y ancho de los estados unidos la versión de que Obama es musulmán. Los Sikh como se sonaba en una famosa secta religiosa disidente de la India.
Sin embargo, el cuestionado viaje de Obama a la India y a otros países asiáticos, porque tiene un objetivo prioritario como lo es el promover cuantiosas inversiones, además del interés común, en luchar contra el terrorismo. Los países asiáticos que visita Obama son escenarios perfectos para llevar a cabo, como se decía, cuantiosas inversiones, ya que son los más poblados de la Tierra y ofrecen por tanto mercados cautivos que requiere captar y abrir el capitalismo norteamericano, y así las grandes empresas norteamericanas expandirán sus mercados. Se informa que más dos centenarios de empresarios acompañan a Obama en este viaje, ya que se considera que desde el punto de vista político India es la piedra angular de la aproximación a Asia enfocada a extender las exportaciones y profundiza la cooperación en otras áreas. Pero además la India es un enclave importante desde el punto de vista de la seguridad, pues además se le considera como un aliado lógico e imprescindible para la extraña guerra que se libra contra Afganistán.
No se trata solamente de que Obama sea captado en una foto con turbante de la secta Sikh, es básicamente aliado para mantener el equilibrio en diferentes regiones del Tercer Mundo, pues además contribuya a los mayores contingentes humanos a las fuerzas de paz de la ONU. La esperada inversión multimillonaria que se pretende llevar a cabo en la India y en otros países de la región seguramente servirá para reactivar la economía de Estados Unidos, a fin de crear nuevos empleos, pues con los 151 creados en octubre pasado, primero que se crean en cinco meses, no son suficientes para atender la gran demanda de los miles y miles de desocupados. De ser así, en el corto plazo, Obama de esta manera reivindicará su postura frente a la poderosa oposición republicana y de los acuerdos que logre en ese viaje.
El viaje en cuestión, que se inicia en la India y termina en Yokohoma, Japón, ya tuvo su primer tropiezo al cancelar su visita al Templo Dorado de Amristar, el sitio más sagrado de la religión sij, a fin de no usar el turbante, obligatorio para cualquier visitante y así evitar la toma de fotos que servirán para seguir extendiendo a lo largo y ancho de los estados unidos la versión de que Obama es musulmán. Los Sikh como se sonaba en una famosa secta religiosa disidente de la India.
Sin embargo, el cuestionado viaje de Obama a la India y a otros países asiáticos, porque tiene un objetivo prioritario como lo es el promover cuantiosas inversiones, además del interés común, en luchar contra el terrorismo. Los países asiáticos que visita Obama son escenarios perfectos para llevar a cabo, como se decía, cuantiosas inversiones, ya que son los más poblados de la Tierra y ofrecen por tanto mercados cautivos que requiere captar y abrir el capitalismo norteamericano, y así las grandes empresas norteamericanas expandirán sus mercados. Se informa que más dos centenarios de empresarios acompañan a Obama en este viaje, ya que se considera que desde el punto de vista político India es la piedra angular de la aproximación a Asia enfocada a extender las exportaciones y profundiza la cooperación en otras áreas. Pero además la India es un enclave importante desde el punto de vista de la seguridad, pues además se le considera como un aliado lógico e imprescindible para la extraña guerra que se libra contra Afganistán.
No se trata solamente de que Obama sea captado en una foto con turbante de la secta Sikh, es básicamente aliado para mantener el equilibrio en diferentes regiones del Tercer Mundo, pues además contribuya a los mayores contingentes humanos a las fuerzas de paz de la ONU. La esperada inversión multimillonaria que se pretende llevar a cabo en la India y en otros países de la región seguramente servirá para reactivar la economía de Estados Unidos, a fin de crear nuevos empleos, pues con los 151 creados en octubre pasado, primero que se crean en cinco meses, no son suficientes para atender la gran demanda de los miles y miles de desocupados. De ser así, en el corto plazo, Obama de esta manera reivindicará su postura frente a la poderosa oposición republicana y de los acuerdos que logre en ese viaje.
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