CADA DÍA que transcurra, de manera inexorable la problemática del cambio climático se agudiza de manera irreversible, de tal modo que esos cambios están afectando visiblemente al ocúmen, el hábitat, y en consecuencia a la humanidad, de tal modo, que el clima ya está siendo considerado como una variable nueva cuyos efectos, más bien negativos, están en realidad integrados a la actividad económica, y eso lo estamos presenciando en vivo y en directo con los ciclones que cada año, ya de manera exacta u sistemática, provocan lluvias torrenciales, que a su vez desbordan ríos, lagos, canales y presas, destruyendo cada vez más sembradíos, más sementeras: dañando a las poblaciones, ciudades, y ocasionando costosos daños a la infraestructura, como está sucediendo días en varias entidades del país, Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca, Nayarit, que están padeciendo la destrucción parcial o total de sus comunidades, afectando desde luego, a los pobladores. En el estado de Tabasco, por ejemplo, la mayoría de sus municipios están bajo el agua.
Y UNO, se pregunta ¿hasta dónde podrá nuestro país soportar esos desastres anuales, y hasta qué punto el resto de la población podrá estar enviando ayuda a miles y miles de damnificados, todo y porque la veris de los mexicanos, lo hacen de buena fe y con sentido humanitario, se considera que no estarán en condiciones para mandar a ese tipo de llamados cada vez más frecuentes?
PERO, ya ha aflorado que la problemática de los daños causados al planeta son muy grandes y muy graves, y que aún a la fecha, a pesar de las reuniones periódicas de los mandatarios de distintos niveles que se llevan a cabo, no se ha tomado una decisión tajante, vigorosa, total para luchar por resolver en el mediano plazo, de evitar, la destrucción paulatina de la Tierra, y lo peor del caso es que por un camino que nunca se imaginó el bueno de Malthus, la humanidad en su totalidad, está a punto de desaparecer, en un momento no previsto, cuando los daños al clima, la contaminación al medio ambiente, el deshielo de los polos haga subir el nivel de los mares y éstos inunden las porciones emergidas del planeta, es decir, los continentes, o la rotura de la capa de ozono convierta en insoportable la atmósfera del globo terráqueo.
EN LOS tiempos actuales, dentro de las redes de problemas que afectan los ecosistemas mundiales, ocupan un primer plano, el efecto invernadero; la lluvia ácida, la acidificación de las aguas, el incremento de CO2; la alteración del clima, la disminución de la humedad del suelo, la pérdida de las precipitaciones; la erosión del suelo, y desde luego, la alteración de las precipitaciones, que con otros residuos tóxicos, se generan pérdidas de tierras de cultivo que ocasionan disminución de la producción de alimentos, todo esto igual a hambrunas y a grandes conflictos geopolíticos, Versión moderna, corregida y aumentada de la percepción malthusiana del fin de la humanidad.
POR TANTO, la hipótesis fundamental que señalamos en éste comentario sea la presencia del clima como nueva variable que ya está presente y además, influyendo en la actividad económica, deberá ser tomada muy en cuenta porque el comportamiento climático, está siendo la variable que determina el buen o el mal éxito que se obtenga, en este caso, de la producción de alimentos, y esto daña, desde luego, en primer lugar, a todas las actividades económicas primarias esto es, a la agricultura, ganadería, pesca, entre otras, pero que tienen correlación obvia con otras actividades también de tipo económico.
Y UNO, se pregunta ¿hasta dónde podrá nuestro país soportar esos desastres anuales, y hasta qué punto el resto de la población podrá estar enviando ayuda a miles y miles de damnificados, todo y porque la veris de los mexicanos, lo hacen de buena fe y con sentido humanitario, se considera que no estarán en condiciones para mandar a ese tipo de llamados cada vez más frecuentes?
PERO, ya ha aflorado que la problemática de los daños causados al planeta son muy grandes y muy graves, y que aún a la fecha, a pesar de las reuniones periódicas de los mandatarios de distintos niveles que se llevan a cabo, no se ha tomado una decisión tajante, vigorosa, total para luchar por resolver en el mediano plazo, de evitar, la destrucción paulatina de la Tierra, y lo peor del caso es que por un camino que nunca se imaginó el bueno de Malthus, la humanidad en su totalidad, está a punto de desaparecer, en un momento no previsto, cuando los daños al clima, la contaminación al medio ambiente, el deshielo de los polos haga subir el nivel de los mares y éstos inunden las porciones emergidas del planeta, es decir, los continentes, o la rotura de la capa de ozono convierta en insoportable la atmósfera del globo terráqueo.
EN LOS tiempos actuales, dentro de las redes de problemas que afectan los ecosistemas mundiales, ocupan un primer plano, el efecto invernadero; la lluvia ácida, la acidificación de las aguas, el incremento de CO2; la alteración del clima, la disminución de la humedad del suelo, la pérdida de las precipitaciones; la erosión del suelo, y desde luego, la alteración de las precipitaciones, que con otros residuos tóxicos, se generan pérdidas de tierras de cultivo que ocasionan disminución de la producción de alimentos, todo esto igual a hambrunas y a grandes conflictos geopolíticos, Versión moderna, corregida y aumentada de la percepción malthusiana del fin de la humanidad.
POR TANTO, la hipótesis fundamental que señalamos en éste comentario sea la presencia del clima como nueva variable que ya está presente y además, influyendo en la actividad económica, deberá ser tomada muy en cuenta porque el comportamiento climático, está siendo la variable que determina el buen o el mal éxito que se obtenga, en este caso, de la producción de alimentos, y esto daña, desde luego, en primer lugar, a todas las actividades económicas primarias esto es, a la agricultura, ganadería, pesca, entre otras, pero que tienen correlación obvia con otras actividades también de tipo económico.
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