Los gobiernos federal, estatal y municipal tienen la responsabilidad de promover las obras, de infraestructura y servicios, para la creación de cadenas productivas que den las condiciones a los propósitos reductores de la inquietud y hasta desconfianza que perneó en la sociedad en el año por concluir.
Sin embargo, con optimismo se contemplan las ventas y con ello la reasignación de puestos de trabajo en la zona metropolitana, de la que decenas de miles de familias hubieron de emigrar abandonando sus viviendas.
La recuperación económica, y no sólo la reactivación que observa el comercio durante estos días, se prevé para 2011. Con ello, la potencial tranquilidad atribuida al desempleo y falta de recursos.
No obstante, deberán darse las circunstancias favorables de inversión coordinadas por las autoridades. Durante el mes de enero se esperan ofertas de trabajo en condiciones reales al cumplimiento de metas promisorias. En el mismo sentido las agrupaciones y dirigentes de los trabajadores deberán trabajar para sustentar tal empleo.
El ánimo de diciembre debe convertirse en la plataforma decisiva de los planes gubernamentales del país y del Estado, que devuelva la tranquilidad para la inversión y la seguridad del empleo con la digna y equitativa remuneración; a su vez acorde a la condición señalada en términos de competitividad internacional.
El país y en particular algunas entidades, incluyendo Jalisco, se encuentran en los finales de mandatos constitucionales con vertientes de continuidad o cambio de partido por decisión electoral que iniciará su gravitación en 2011, lo que marca un año de potencial inquietud.
La ponderación de factores en estos días de regocijo también invita a la meditación reflexiva de todo cuanto está en juego, para seleccionar a los candidatos mejor capacitados de parte de los partidos políticos y diseñar argumentos, promesas y proyectos con el mayor sustento hacia las elecciones.
Para estos días del año venidero habrá hechos en relieve para convocar a elecciones libres y a la vez atentas a los reclamos y requerimientos de población superior a 112 millones, cifra con posibilidad para el aprovechamiento del recurso en sentido de prosperidad o inquietud.
Los acontecimientos en diversas poblaciones del país son signos preventivos, dignos de tomar en cuenta para evitar acciones funestas; encienden luces preventivas en otras expresiones como las de la Universidad de Guadalajara.
Dios nos guarde de la discordia.
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