Este fin de semana sucedió algo similar con el cierre del Camino al ITESO, aun cuando había pláticas y negociaciones en proceso con las autoridades de Vialidad para llegar a un acuerdo y, más que eso, para el diseño y operación de un plan de movilidad integral para la zona.
El conflicto vial empeoró el fin de semana, en el momento en que trabajadores del Gobierno del Estado empezaron a construir camellones, muros de contención y banquetas para cerrar el paso desde López Mateos hacia el Camino al ITESO que en realidad desahoga hacia la zona sur y sureste del área metropolitana de Guadalajara por el Periférico.
Y el día de ayer, con el regreso a clases de estudiantes, académicos y trabajadores del ITESO y de la UVM, el caos vial afectó una amplia zona de la ciudad.
La decisión unilateral de la Secretaría de Vialidad no sólo afecta a la comunidad itesiana o de la Universidad del Valle de México (UVM), sino que complica seriamente la circulación antes de cruzar el Periférico con destino al Sur, hacia Tlajomulco.
Representantes del ITESO esperan todavía comunicación de parte de Vialidad para, a pesar del cierre concretado el fin de semana, se trabaje en un plan integral de movilidad; en cuanto a los vecinos, siguen a la expectativa de que las autoridades atiendan los problemas que están generando las obras que se construyeron a toda prisa el fin de semana.
Es de desear —y con carácter de urgencia— que la diferencia ahora, entre el Viaducto López Mateos y el cierre del Camino al ITESO, sea que la Secretaría de Vialidad muestre disposición y sensibilidad para resolver un problema que afecta a cientos de personas entre peatones, ciclistas, automovilistas, choferes de tráiler y motociclistas.
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