Cuando creíamos habernos librado de la enfadazón de las campañas, el IFE dio una prueba más de su odio por los ciudadanos y ha seguido sacando sus terribles anuncios, sin sentido pero de lo que se trata es de fregar al infelizaje que los tenemos que aguantar. Desde luego que habrá que reconocer al más nefasto instituto de que se tenga memoria que logró “administrar” unas elecciones sin mencionar una idea, ni propuesta inteligente y eso es muy, pero muy difícil, aunque puede ser culpa de los partidos, pero lo que no tiene sentido es continuar fregando a la ya de por sí harta ciudadanía.
Las elecciones sucedieron. Los que ganaron y sus huestes, repentinamente incrementadas, quedaron muy contentos, y los que perdieron y los que les quedaron de sus cuates, disminuidos casi por encanto. Porque es delicioso ganar y de la fregada perder, y más si uno sentía que iba a ganar, entonces siente uno que le sacan el piso, pero si ya pasó, pues no tiene remedio y si el juego es parejo tiene desquite, de manera que el tiempo irá acomodando alegría y tristezas. Lo verdaderamente importante no lo fueron las elecciones, que son accidentales e intrascendentes, ni siquiera sus resultados que dependerá si usted y sus partidarios ganaron o perdieron. Aunque es posible que alguien que gane no esté contento por que quisiera más, de todo hay en la viña del Señor, y puede que hasta alguien que esté contento por perder.
Se dice que hubo una gran abstención, en lo que varían los porcentajes que mencionan las autoridades que por hábito mienten o cuando menos no coinciden, pero sin duda fue una baja votación, lo que tampoco es de extrañar.
De hecho una buena parte de la sociedad jalisciense tenía un hartazgo del gobierno, producido por diversas causas y en diferentes grados, no considero que sea por una sola causa, el fenómeno es complejo y la gente tiene diferentes grados de hartazgo y de formas de reaccionar. Por lo que debemos buscar algunas causas que pudieran generar conductas electorales. Los sospechositas hablan de una conspiración provocada desde Casa Jalisco con el objeto de eliminar rivales de Fernando Guzmán en su camino a la gubernatura de Jalisco, teoría bonita como misterio, pero difícil de creer porque si bien es cierto que harían cualquier porquería para eliminarlos, dudo que entre los actos a realizar e incluyera perder las elecciones, a más de que ignoro cómo pudieran ejecutarla, por tanto tenemos que descartarla.
Otra teoría, probablemente la más popular, es que la gente está muy enojada por la mentada que emitió el señor gobernador a unos poquitos que se oponían al mega donativo, el que a final de cuentas devolvió la comisión del santuario, así que en todo caso son, si se quiere, dos agravios en uno, a mi no me llegó la mentada porque yo sí estaba de acuerdo, pero el jerarca dice que fue hace mucho y ya nadie se acuerda. La rumorología popular afirma que entre los votos nulos había una gran mayoría que se la devolvían en su voto, pero estos votos cuando mucho no abonaron al PAN pero no les dieron votos a los tricolores.
Una que pocos funcionarios reconocen es la hipótesis de que son un gobierno soberbio que puede ser, hace mucho vengo diciendo que estimo que para un ciudadano es absolutamente imposible entrevistarse con un presidente municipal o un secretario del gabinete estatal, como prueba y dado que tenía su teléfono, he intentado desde el lunes conseguir una cita con el Lic. Verdín, de Vialidad, y hasta este jueves en que mando el artículo ha sido inútil, aunque sería igual con casi cualquier funcionario, aunque a la mejor escogí una mala semana. Lo cierto es que muchos jaliscienses creen que existe un gobierno lejano a la gente, tomando como gente a los que no son sus amigos.
Otro culpado es el Macrobús, que hasta gente del gobierno lo ve como un negocio, se sobredimensionó este transporte que no es otra cosa que un camión grande, parecido a los choribuses que circularon. El negocio fue poner innecesariamente un carril de concreto especial y poner estaciones como si fueran del metro, o tal vez no quisieron poner estaciones tan fregadas como las que pusieron en Nueva York para este mismo autobús, claro que entendemos que allá están fregados. De los críticos también había grupos políticos y eso puede nublar la visión sobre el tema. A muchos los lastimó el negocito, a mí, nada más el engaño.
Pero haiga sido como haiga sido, el PRI ganó por una serie de acciones ciudadanas, lejanas a los planes partidistas. Unos optaron por la abstención, otros por votar por ellos por castigo o convicción. Aunque traten de minimizarlo, el voto nulo fue determinante, ya que es de suponer que de quienes lo hicieron muchísimos eran votantes del partido oficial y lo interesante de esto es que esos grupos promotores no tenían relación entre sí, no seguían ninguna directriz común y diferían en sus proyectos y objetivos, de ahí la importancia del movimiento que demuestra que tendencias sociales diferentes pueden lograr convergencias en temas comunes y por eso creo que es el movimiento social más importante en los últimos tiempos, que ha sido sin pretender unanimidades una presencia que implica que las tendencias pueden crear una fuerza y puede en el futuro volver a ponerse de acuerdo en otros temas por si todos los partidos insisten en persistir en su ceguera.
CARLOS ENRIGUE / Abogado.
ayerdeciamos@hotmail.com
Síguenos en