Guadalajara y la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) han crecido juntas por muchas décadas. Se han influenciado, han unido esfuerzos y buscado el desarrollo y el bienestar de la ciudad y su gente por casi 25 lustros.
Miguel Alfaro Aranguren, al frente del Consejo Directivo de la Canaco, ha asumido esta labor. En su visita a esta casa editorial reconoció que el interés ha sido “acompañar a nuestros gobernantes”, porque Guadalajara ha perdido un poco de su identidad, y es necesario cuidarla e impulsarla para beneficio de todos los tapatíos.
En su mensaje de ayer, Miguel Alfaro dijo: “Si bien es cierto que históricamente se han logrado conquistas positivas para México, también es cierto que se han dejado innumerables cuentas pendientes, y la ciudadanía les pone ahora en bandeja de plata la oportunidad de saldarlas. Sabemos que el desafío es importante, que requiere de mucho oficio político, firme voluntad y enorme compromiso, para que juntos, Gobierno y sociedad, logremos el cambio que nuestra patria reclama”.
En alusión al proceso electoral reciente, el presidente de la Canaco fue claro: “No olvidemos que la sociedad tiene memoria, es cada vez más madura. Ya no dispensa la demagogia con la facilidad esperada, reprueba los enfrentamientos estériles y, como sucedió en las recientes elecciones, premia o castiga el desempeño de los partidos y de sus representantes”.
Con el respaldo de muchos tapatíos, pidió a los servidores públicos evitar “la fragmentación social y la discordia. Un México dividido no nos conviene a nadie. Alejémonos de la mediocridad y optemos por la trascendencia. Son numerosas las páginas de nuestra historia que esperan ser escritas de forma gloriosa. Sabemos que trabajar por las causas justas no es tarea sencilla. Sin embargo, los ciudadanos y las instituciones, como la Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo de Guadalajara, sabremos reconocerlo y respaldarlo sin titubeos”.
El propósito es construir una agenda común que privilegie la movilidad y el transporte público, el equipamiento y la modernización de infraestructura urbana, que se profundice la metropolización de la ciudad para que no dependa sólo de la buena voluntad de los servidores públicos.
Miguel Alfaro Aranguren, al frente del Consejo Directivo de la Canaco, ha asumido esta labor. En su visita a esta casa editorial reconoció que el interés ha sido “acompañar a nuestros gobernantes”, porque Guadalajara ha perdido un poco de su identidad, y es necesario cuidarla e impulsarla para beneficio de todos los tapatíos.
En su mensaje de ayer, Miguel Alfaro dijo: “Si bien es cierto que históricamente se han logrado conquistas positivas para México, también es cierto que se han dejado innumerables cuentas pendientes, y la ciudadanía les pone ahora en bandeja de plata la oportunidad de saldarlas. Sabemos que el desafío es importante, que requiere de mucho oficio político, firme voluntad y enorme compromiso, para que juntos, Gobierno y sociedad, logremos el cambio que nuestra patria reclama”.
En alusión al proceso electoral reciente, el presidente de la Canaco fue claro: “No olvidemos que la sociedad tiene memoria, es cada vez más madura. Ya no dispensa la demagogia con la facilidad esperada, reprueba los enfrentamientos estériles y, como sucedió en las recientes elecciones, premia o castiga el desempeño de los partidos y de sus representantes”.
Con el respaldo de muchos tapatíos, pidió a los servidores públicos evitar “la fragmentación social y la discordia. Un México dividido no nos conviene a nadie. Alejémonos de la mediocridad y optemos por la trascendencia. Son numerosas las páginas de nuestra historia que esperan ser escritas de forma gloriosa. Sabemos que trabajar por las causas justas no es tarea sencilla. Sin embargo, los ciudadanos y las instituciones, como la Cámara Nacional de Comercio Servicios y Turismo de Guadalajara, sabremos reconocerlo y respaldarlo sin titubeos”.
El propósito es construir una agenda común que privilegie la movilidad y el transporte público, el equipamiento y la modernización de infraestructura urbana, que se profundice la metropolización de la ciudad para que no dependa sólo de la buena voluntad de los servidores públicos.
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