Este año no ha sido la excepción, y con actos masivos y la presencia de actores de la vida política nacional, varios candidatos concluyeron sus actividades proselitistas en busca del voto ciudadano, ayer domingo.
La última reforma electoral ha dejado al descubierto una serie de fallas y omisiones que necesariamente tendrán que resolverse una vez que pasen los próximos comicios, con miras ya a la elección del año 2012, tanto local como federal; sin embargo, de los cambios previos a este proceso, cabe destacar a favor de la sociedad la reducción en el tiempo de las campañas.
Esta novedad llevó a los partidos políticos y a sus abanderados a modificar las estrategias de campaña, más de forma que de fondo, con la circunstancia añadida de que se decretó una emergencia sanitaria por la influenza humana que limitó los actos multitudinarios.
Terminan las campañas, pero queda claro que los partidos políticos no aprendieron la lección del proceso de 2006, cuando la “guerra sucia” entre candidatos generó un clima de inconformidad y hartazgo con respecto a la clase política en general, y el escenario, otra vez, de “guerra sucia”, de acusaciones sin fundamento, de espectáculos mediáticos más que de propuestas y de banalidades más que de datos congruentes con el sentir ciudadano, fue lo que predominó en las campañas federales y en las locales de Jalisco y otros 10 estados.
El llamado a la ciudadanía, a menos de una semana de la jornada electoral, una vez más es para que acuda a las urnas el próximo 5 de julio bien informada con respecto a la decisión que tomará, y con una clara conciencia del valor y trascendencia de su voto y del poder que otorga con el simple hecho de cruzar alguna de las nueve opciones de la boleta. Quedan algunos días, ya sin la estridencia de las campañas, para la reflexión.
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