Michael J. Fox: El actor de Volver al Futuro y otros famosos con Parkinson
La enfermedad ha marcado también a otras reconocidas estrellas de Hollywood, el arte y la industria musical
La reciente edición de la ComiCon en Nueva York no sólo revivió la nostalgia de la que es considerada una de las mejores sagas del cine: “Volver al futuro”, luego de que sus dos principales protagonistas Christopher Lloyd, de 83 años (Dr. Brow), y Michael J. Fox, de 61 años de edad, se reencontraron en uno de los paneles estelares, causando revuelo entre los fanáticos, quienes a la par de los aplausos por ver a los actores juntos nuevamente, también se mostraron conmocionados al ver cómo el Parkinson ha afectado a quien dio vida a “Marty McFly”.
La condición de Michael J. Fox es más que conocida desde hace un par de décadas, pues a los 29 años de edad, la también estrella de “Family Ties”, fue diagnóstico en el año 1991 con Parkinson, enfermedad considerada como un trastorno del movimiento, que se detona cuando las células nerviosas (neuronas) no producen la suficiente cantidad de dopamina en el cerebro, desencadenando diversos síntomas como temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara, así como condiciones de rigidez en las extremidades y torso, progresiva dificultad y lentitud para movilizarse, problemas de equilibrio y coordinación, por ejemplo.
Aunque por muchos años se creyó popularmente que el Parkinson sólo se manifestaba en edades más adultas, el caso de Michael J. Fox ha sorprendido por el gran impacto que ha tenido físicamente, y si bien el actor mantuvo en sigilo su condición, fue en el año 2020 cuando charló más públicamente sobre su condición, cómo fue su diagnóstico y cómo, entre otras situaciones, la enfermedad lo orilló a ausentarse de su trabajo actoral y finalmente a retirarse del medio artístico.
Ante el encuentro que Christopher Lloyd y Michael J. Fox protagonizaron en Nueva York, luego de siete años de la última vez que aparecieron juntos públicamente, el público escuchó atento a Michael, quien reapareció ante las cámaras con un semblante alegre, emocionado, pero con los evidentes estragos del Parkinson, enfermedad que considera ha sido, entre todo, una bendición para acercarse y ayudar a otras personas con el mismo padecimiento, que ha marcado también a otras reconocidas estrellas de Hollywood, el arte y la industria musical, por ejemplo.
JM
Helen Mirren
La actriz británica ganadora del Oscar por “The Queen”, quien actualmente tiene 77 años, se ha mantenido activa en su labor artística. La intérprete reveló a The Guardian su condición con el Parkinson, señalando que entender esta enfermedad lleva tiempo y debe ser mejor comprendida socialmente. Helen confirmó que durante 10 años trató de mantener en discreción su enfermedad, sin embargo, la ayuda familiar y la industria cinematográfica la han impulsado a seguir con su vida pública, incluso, emprendiendo campañas de concientización y recaudación de fondos para ayudar a más personas en la misma situación.
Alan Alda
El histrión, ganador el seis ocasiones del Globo de Oro, a sus 86 años de edad, se ha convertido en uno de los ejemplos de vida más conocidos internacionalmente por la forma en cómo ha charlado de su condición con Parkinson, destacando que ha sido un proceso complejo, pero no lo ha desanimado a seguir trabajando como guionista y actor. En sus campañas sociales, el actor nacido en Nueva York, ha impulsado propuestas para que tanto afectados por la enfermedad como sus familias, puedan acceder a actividades más recreativas y productivas especializadas en este campo, que les permitan estar inmersos en la vida social.
Ozzy Osbourne
Conocido por sus estridentes conciertos al ser la voz principal de Black Sabbath, el cantante y actor fue diagnosticado en 2003 con Parkinson, padecimiento que progresivamente lo alejó de sus característicos show cargados de bailes frenéticos, sin embargo, el también solista se ha mantenido activo en proyectos especiales, asistiendo incluso a extensas firmas de autógrafos para seguir en contacto presencial con sus fans. De acuerdo con las entrevistas que el cantante ha brindado, hay indicios de que la enfermedad es por mucho un gen presente en su familia, pues diversos miembros la han padecido.
Robin Williams
Aunque nunca se habló tan públicamente del Parkinson que aquejó al actor Robin Williams, tras su muerte en 2014, su esposa Susan Schneider confirmó que esta enfermedad no se manifestó con tanta severidad en los últimos años del ganador del Oscar, sin embargo, sí impactó en su ánimo y los problemas emocionales que lo llevaron a suicidarse, pese a que el padecimiento aún no afectaba sus capacidades motoras e independientes.
Juan Pablo II
El papa Karol Józef Wojtyła, mejor conocido como Juan Pablo II, fue diagnosticado con Parkinson en 1992, enfermedad que progresivamente afectó parte de su movilidad, sin embargo, esto no le impidió cumplir con sus funciones como líder de la Iglesia católica. Hasta su fallecimiento en 2005, y con 84 años de edad, Juan Pablo II se mantuvo celebrando los eventos más importantes de su congregación, aunque con los años eran más que evidentes los temblores en sus extremidades, principalmente en las manos.
Mohammed Alí
El famoso boxeador, considerado como uno de los más importantes en la historia deportiva, compartió públicamente su enfermedad, tras ser diagnosticado en 1984, después de tres años de haberse retirado profesionalmente del ring. El deportista, fallecido en 2016 a los 74 años de edad, consideró que parte de su fortaleza para afrontar su condición fue el convertirse en un ejemplo de lucha para otros enfermos y familiares. Diversas versiones apuntan a que tras su pelea con Larry Holmes, en 1980, Mohammed dio indicios de afectaciones físicas en su coordinación y desempeño físico para los altos estándares que manejaba, siendo posiblemente los golpes que recibió durante su carrera la causa que derivó o incluyó en su condición.
Salvador Dalí
A través del periódico español El País, es como el público se enteró que el pintor, ícono del movimiento surrealista en el arte, padecía afectaciones similares a las del Parkinson, pues en 1980 se le diagnosticó está condición, que años después se analizaría incluso en sus cuadros, en donde hay elementos fractales relacionados a la enfermedad. Tras su muerte en 1989, la fundación que lleva su nombre, no solo confirmó cómo fueron los últimos años de vida del pintor con este padecimiento, pues también se ha sumado a campañas para concientizar y ligar al arte cómo una actividad esencial para motivar y activar social y culturalmente a quienes viven situaciones similares.