México
¿Y qué esperaban?
Desde el Gobierno se definen o deciden un cierto tipo de políticas con las que suponen se alcanzará o de menos se acercará a lo que entienden por ‘‘desarrollo social’’
Ya ni siquiera la información oficial puede esconder la dura realidad en la que vive la mayoría de los mexicanos y, en este caso, de los jaliscienses. Según los resultados del estudio más reciente del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social ( Coneval), dos millones 900 mil jaliscienses (41.42%) de los aproximadamente siete millones que somos se encuentran en situación de pobreza. De estos mismos, 300 mil estarían en extrema pobreza. Seguramente el dato es mayor, más grave, pero éste siempre depende de cómo se mide, quién lo hace y con qué objetivos.
El crecimiento de la pobreza es y seguirá siendo una noticia fuerte por el creciente número de personas que alcanza cada vez que se diagnostica. Lo fuerte del hecho, sin embargo, no significa ya novedad. Se han inventado tantos eufemismos para “medir” la pobreza, que en realidad pareciera que se pretende esconderla. Ésta, sin embargo, brota por todos lados. Pero no por ello podría decir que las políticas públicas de combate a la pobreza son un fracaso absoluto. No lo son porque en realidad éstas no se han planteado nunca resolver el problema. Su problema quizá radica en que ya ni siquiera pueden atemperar el impacto negativo de las políticas económicas que, éstas sí, tienen como objetivo el engrandecimiento del gran capital. Por ello y no por otra cosa, en este país y en esta Entidad crecen tanto la riqueza como la pobreza. La riqueza crece a la vez que se concentra en muy pocas manos, mientras que la pobreza se expande y alcanza a un mayor número de personas.
Claro que para evadir cualquier tipo de responsabilidad dirán que se encuentran muy preocupados; que son cifras que deben llevar a la reflexión; que es el efecto de la economía global de la cual no podemos sustraernos, etc. Todo eso y más podrán decir para seguirse negando pasar a la acción, al cambio inmediato de tales políticas productoras de pobres.
Eso no está en los contenidos de sus políticas. Eso no lo harán, a pesar de que los índices se sigan incrementando. El porcentaje de mexicanos en pobreza podría alcanzar 80% (algunos ya afirman que ahí estamos) y la clase política en el poder seguirá sin inmutarse.
Les llama la atención que en el caso de Jalisco sea en la Zona Metropolitana de Guadalajara donde se concentra el número de pobres. Pero no se preguntan qué es lo que han hecho para que esto no sea así. La ciudad junto con sus habitantes, en términos generales, está en el completo abandono hace décadas. Aquí como en todo el territorio del Estado, sólo se apoyan o promueven grandes negocios, sean de intereses claramente privados o de políticos haciendo mal uso del poder público.
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