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¿Y Zapatero...? En Disneylandia

Recién llegado, me encuentro a una Europa alarmada y alarmante ante las debacles financieras en las que se encuentra Grecia

MADRID.- Recién llegado, me encuentro a una Europa alarmada y alarmante ante las debacles financieras en las que se encuentra Grecia, en el punto de la quiebra y con levantamientos civiles en contra del Gobierno al verse obligado a tomar medidas extremas exigidas por organismos que han otorgado y van en vías de otorgar más recursos económicos que puedan sacar adelante a los helénicos.

La situación de Portugal e Irlanda es de gravedad también, dadas las perspectivas que se les presentan y el alto coste al que tendrán que recurrir, empero…

Empero, me encuentro a una España que en el Gobierno de Aznar se miraba pujante, progresista, potente y con un nivel de primer mundo, ahora con un país centrado y centrándose en una desesperación ante la situación contrastante de cómo está y, gravísimo, cómo puede llegar a estar.

Ha habido la reunión entre Rodríguez Zapatero como presidente y Mariano Rajoy como el jefe de la oposición, ante la gravedad preocupante de la situación y… ¡Tremenda decepción!

Decepción tremenda cuando a los acuerdos que llegaron eran los que se habrían tomado ya endeudándose España para prestarle a Grecia como participación obligada por los convenios, cuando ahora mismo hay cuatro millones 600 mil parados tronándose los dedos, y la bolsa estrepitosamente derrumbándose. Cerca de 20 mil millones de euros salieron de un día para otro, aduciendo Zapatero el “daño descomunal” que provocan los “rumores”.

Creo que para nada valió la reunión, toda vez que tras de ésta, ni siquiera hubieron declaraciones conjuntas. Cada quien por su lado y tirando agua para sus molinos.
Rajoy señalándole a Zapatero que se agotó el tiempo de no hacer nada, calificando que dado lo crítico de la situación, es inminente la urgencia de rectificar en forma por demás drástica.

Y el presidente simplemente niega el ajuste drástico del déficit, aduciendo que si la situación no está bien, tampoco es lo grave que la quieren hacer ver.

Lo cierto es que los puntos de vista de ambos están polarizados. Diametralmente y gravemente opuestos.
Mientras tanto, un ambiente de incredulidad y desconfianza se apodera del ciudadano español, que padece mirando el tenor de miseria política de los dos pilares, el que gobierna, Zapatero, y el que quiere llegar a gobernar, Rajoy.

Y… PENSÁNDOLO BIEN.

Y… PENSÁNDOLO BIEN, los compromisos financieros de España a tope; la tasa del desempleo en ascenso, esgrimiéndose la premisa de que España no es Grecia, sí, pero sin olvidar que Rodríguez Zapatero por el atentado de Atocha y las “mentirillas” de Aznar, se encontró con el Gobierno sin saber qué hacer ni cómo llevarlo.

Y más en el hoy, cuando el de la oposición sólo mira hacia La Moncloa y el que preside… El que preside más que en España está viviendo en Disneylandia…
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