México

Visión y misión de las telecomunicaciones

El ser humano parece condenado a experimentar y perder, con cuestionable utilidad de aprendizaje portador de experiencia

El ser humano parece condenado a experimentar y perder, con cuestionable utilidad de aprendizaje portador de experiencia.

Tribus, feudos, imperios, democracia, masonería y oligarquía integran el camino en búsqueda de la felicidad con abundantes conspiraciones de lugareños y conquistadores —en nuestro caso, indígenas y españoles—, yorkinos y escoceses, liberales y conservadores, derechas e izquierdas.

Portavoz actual de reclamos e intereses, es la comunicación con su exponencial capacidad de entendimiento entre los que, de acuerdo a cálculos, podemos ser siete mil millones de serenes humanos con idénticos propósitos de equidad y justicia; mientras nos llega el inexorable final interpretado en México en la polaridad tradicional por los difuntos —martes venidero, 2 de noviembre—.

Con relativa cercanía en tiempo y oportunidad, Guadalajara tuvo la honrosa presencia de casi 200 representaciones extranjeras de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, donde se discutieron las capacidades que la tecnología aporta a la integración de ideas y propósitos idealmente globales en nuestro planeta, hasta ahora único sitio habitable y habitado por el hombre.

Paradójicamente, ésta y otras reuniones de singular importancia, asumen identidad con el pensamiento filosófico milenario de: entendimiento, tranquilidad y paz, puesto que la inspiración de crecimiento intelectual debe regir las acciones como supremo fin del desarrollo.

Estamos inmersos en el empleo de instrumentos maravillosos de incesante asimilación para el bienestar, pero tampoco exentos de causar efectos reversibles; uno de ellos, el vehículo automotor de justa aspiración, comodidad y autonomía, pero convertido en potencial amenaza al medio ambiente.

Y aunque parezca ajeno el desarrollo de las telecomunicaciones, éstas convencen al ofrecer posibilidades de menos desplazamientos, también desperdicio de horas-hombre, aunque mayor sedentarismo potencialmente perjudicial a la salud.

Alcanzar equilibrio entre los factores concurrentes de la tecnología y sus atributos particulares tomará un tiempo largo de reflexión, hasta convencer y convertirse en el anhelado bien social.

Es imprescindible la actitud particular del ser humano para aportar su participación en la medida de su propia capacidad y consciente necesidad.

Debemos ser consistentes al aceptar el privilegio de ser actores y testigos del inicio de una era nueva en la Humanidad; ésta dada por los descubrimientos, principio de nuevas formas de vida en una población interrelacionada por la dinámica comunicacional, ofertantes de novedosas capacidades, algunas ni siquiera imaginadas hace dos o tres décadas.

Lo importante y trascendente es asimilar el poder de la comunicación en el plano de convocatoria universal, forjador de sinergia productiva con las condiciones de valor expresadas en teorías e igual eventualmente corrompidas.

Dios nos guarde de la discordia.
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