México
Van a dejar un “tiradero”
Hace más de una década se puso a debate en los círculos políticos la conveniencia de realizar una reforma constitucional para permitir la reelección consecutiva de alcaldes
Hace más de una década, al igual que ocurre por estos días, se puso a debate en los círculos políticos la conveniencia de realizar una reforma constitucional para permitir la reelección consecutiva de alcaldes (ahora el Presidente Felipe Calderón ha propuesto que también se permita la de diputados) o ampliar el periodo de gestión más allá de los tres años, y en EL INFORMADOR decidimos preguntar a los que estaban en funciones si les gustaría ejercer el cargo por cuatro o seis años.
Gobernaba en Tlaquepaque el panista José María Robles Díaz, a quien se conocía popularmente como “Don Chema”, un hombre afable y ocurrente. Cuando el reportero le preguntó si le gustaría quedarse como alcalde más allá de un trienio, “Don Chema” replicó sin pensarlo dos veces: “¿Y no sería mejor terminar en dos?”.
A propósito del cierre de las administraciones de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), y sin cuestionar la validez de que se reabra, pero en serio, el debate sobre la reelección de alcaldes, muy probablemente se estén sumando voces ciudadanas que opinan igual que el ex alcalde de Tlaquepaque: ¿Para qué quieren gobernar cuatro o seis años, si en menos de tres hacen las cosas con tal discrecionalidad y falta de orden y transparencia que terminan siendo insoportables?
José Luis Brenez Moreno, presidente saliente del Colegio de Ingenieros Civiles de Jalisco (CICEJ), lo dice en muy pocas palabras: “Están dejando un tiradero”. Se refiere a los que ya se van, y que no han podido poner orden en la inversión para obra pública.
El caso de Zapopan ilustra lo que es gastar a manos llenas y terminar sin tener la menor idea de cómo salir del atolladero cuando el dinero se acaba, o cuando aflora el desorden administrativo. En estas páginas se ha documentado, desde mediados de 2009, que Tesorería y Obras Públicas nomás no supieron manejar los recursos públicos, o de plano actuaron con negligencia.
¿Se abrió la puerta a la corrupción?, le pregunto al ingeniero Brenez. “Quiero pensar que no”, responde, y añade que los constructores actuaron siguiendo los procesos de contabilidad gubernamental que les requirieron. Ahora el alcalde Juan Sánchez Aldana tiene a decenas de constructores atorados y en riesgo de perder sus empresas porque no hay con qué pagarles, los regidores se han enfrascado en una pugna política y los priistas que llegan advierten que no se harán cargo del desorden actual.
¡Ah!, por si le interesa el dato, de acuerdo con el Índice Municipal de Información Presupuestal 2009 realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), Zapopan ocupa el segundo lugar entre los 10 mejores presupuestos del país, y el tercer lugar entre los más grandes.
Gobernaba en Tlaquepaque el panista José María Robles Díaz, a quien se conocía popularmente como “Don Chema”, un hombre afable y ocurrente. Cuando el reportero le preguntó si le gustaría quedarse como alcalde más allá de un trienio, “Don Chema” replicó sin pensarlo dos veces: “¿Y no sería mejor terminar en dos?”.
A propósito del cierre de las administraciones de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), y sin cuestionar la validez de que se reabra, pero en serio, el debate sobre la reelección de alcaldes, muy probablemente se estén sumando voces ciudadanas que opinan igual que el ex alcalde de Tlaquepaque: ¿Para qué quieren gobernar cuatro o seis años, si en menos de tres hacen las cosas con tal discrecionalidad y falta de orden y transparencia que terminan siendo insoportables?
José Luis Brenez Moreno, presidente saliente del Colegio de Ingenieros Civiles de Jalisco (CICEJ), lo dice en muy pocas palabras: “Están dejando un tiradero”. Se refiere a los que ya se van, y que no han podido poner orden en la inversión para obra pública.
El caso de Zapopan ilustra lo que es gastar a manos llenas y terminar sin tener la menor idea de cómo salir del atolladero cuando el dinero se acaba, o cuando aflora el desorden administrativo. En estas páginas se ha documentado, desde mediados de 2009, que Tesorería y Obras Públicas nomás no supieron manejar los recursos públicos, o de plano actuaron con negligencia.
¿Se abrió la puerta a la corrupción?, le pregunto al ingeniero Brenez. “Quiero pensar que no”, responde, y añade que los constructores actuaron siguiendo los procesos de contabilidad gubernamental que les requirieron. Ahora el alcalde Juan Sánchez Aldana tiene a decenas de constructores atorados y en riesgo de perder sus empresas porque no hay con qué pagarles, los regidores se han enfrascado en una pugna política y los priistas que llegan advierten que no se harán cargo del desorden actual.
¡Ah!, por si le interesa el dato, de acuerdo con el Índice Municipal de Información Presupuestal 2009 realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), Zapopan ocupa el segundo lugar entre los 10 mejores presupuestos del país, y el tercer lugar entre los más grandes.
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