México
“Vamos a la playa” ¡en el D.F.!
¿Qué acaso las personas de pocas posibilidades económicas no tienen derecho a la recreación?
Por supuesto que se trata de personas de bajos recursos económicos, pues de otra manera ya estarían en Acapulco o alguna otra playa del país, y es ahí en donde radica la importancia del programa que se aplica por cuarto año consecutivo, ¿qué acaso las personas de pocas posibilidades económicas no tienen derecho a la recreación?
“Preocupados” por los turistas internacionales —a los cuales les destinan más de 80% del presupuesto de promoción turística— y de que los empresarios del sector continúen obteniendo buenas ganancias, a algunas autoridades se les olvida que su principal compromiso es con la ciudadanía que hace posible que cobren sus sueldos y tengan magníficas prestaciones, aunque no sea el mismo caso para más de la mitad de habitantes de este país que hoy más que nunca vive una pobreza insultante.
Vamos, hasta se les olvida —¿o les vale?— la tesis presidencial del Plan Nacional de Desarrollo, según el cual, entre otras muchas cosas que no llegan a cumplirse y que muchos de quienes ahí cobran ignoran, en lo que se refiere a la oportunidad del ciudadano para alcanzar un desarrollo humano integral, el cual infiere “alimentar” cuerpo, alma y espíritu. Esto es, cada una de las partes que componen el ser humano necesitan ser atendidas, so pena de que se continúe como hasta ahora: en la más profunda pobreza en todos los sentidos.
La capacidad de atención es limitada —medio millón de personas— en las 38 albercas instaladas en las nueve “playas” acondicionadas en diferentes rumbos de la gran ciudad, pero cada año se ha podido ver cómo van mejorando las cosas y la recreación es mejor para quienes ahí acuden.
Por ejemplo: para estas vacaciones han implementado un programa paralelo en las “playas”, según el cual los asistentes podrán ejercitarse con el programa “métete en cintura”, dado que el problema de la obesidad es bastante peligroso, aunque los gorditos se vean “muy sanos”.
Además, la Secretaría de Salud capitalina ofrecerá la aplicación de vacunas y de mastografías, gratis. Sin olvidar que estará realizando mediciones de la calidad del agua —cuatro millones de litros— tres veces al día, para verificar que la calidad de la misma sea adecuada, ya ve usted que por menos que uno quiera, siempre se echa sus traguitos de agua en el mar o en las albercas.
¿Turismo social o populismo?
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