México

Unicef urge a revisar mecanismos de cuidado infantil en México

A un año del incendio en la guardería ABC, el organismo de señala la importancia de un adecuado seguimiento y vigilancia de normas en estancias infantiles

CIUDAD DE MÉXICO (04/JUN/2010).- A un año del incendio en la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, el Unicef urgió a una revisión de las modalidades de cuidado infantil vigentes en la República Mexicana.

En un comunicado, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) también confió en que el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre el caso siente un precedente para que no ocurra una tragedia similar.

De acuerdo con Unicef, la revisión de las modalidades de cuidado infantil vigentes en el territorio nacional es necesaria para asegurar que se apeguen a los compromisos adquiridos por México en el marco de la Convención y del Comité sobre los Derechos del Niño.  

El organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) explicó que dichas normas internacionales obligan a los Estados participantes a fijar normas para las instituciones encargadas del cuidado de infantes y a velar por su cumplimiento.  

Recalcó la importancia de un adecuado seguimiento y vigilancia, así como de una inversión pública en infraestructura, servicios y recursos específicamente asignados a la primera infancia.  

Tras manifestar su solidaridad con las familias de los 49 menores fallecidos, el organismo internacional confió en que las instituciones de procuración y administración de justicia tomen las acciones correspondientes en el caso.

"Esta tragedia constituye uno de los más graves acontecimientos que han marcado a México en el periodo reciente, por la afectación directa y definitiva a los niños y sus familias, así como por sus implicaciones para la sociedad en su conjunto", señaló.  

Recordó que desde los hechos del 5 de junio de 2009, llamó a las autoridades competentes a que se llevaran a cabo las investigaciones necesarias para esclarecer sus causas y deslindar responsabilidades, y que se ha mantenido atenta al desarrollo del caso.  

En respuesta a la solicitud de los padres de los niños afectados, Unicef facilitó el desarrollo de un programa de apoyo psico-social con ayuda de organizaciones civiles, el cual permitió abrir un espacio para atender las necesidades psico-afectivas de las familias y el fortalecimiento de las capacidades de apoyo de la comunidad. 
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