México
Una procuradora y una candidata
Una estrategia pragmática toma forma en las oficinas presidenciales: apostar por las figuras femeninas
¿Qué tienen en común Marisela Morales Ibáñez y Josefina Vázquez Mota, además de que ambas son mujeres y públicamente se les relaciona, en mayor o menor medida, con el Gobierno de Felipe Calderón?
El pasado 8 de marzo comenzó a cocinarse una historia que seguro culminará con un hecho histórico: la Procuraduría General de la República (PGR) tendrá al frente a una mujer, Marisela.
Ese día, Michelle Obama y Hillary Clinton le entregaron a la abogada graduada de la UNAM la presea internacional “Mujer Valiente 2011”. Era el Día Internacional de la Mujer y Morales Ibáñez llevaba más de dos años y medio (desde el 4 de agosto de 2008) como titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, la célebre SIEDO.
El mismo Felipe Calderón lo festinó en su cuenta de Twitter: “Muchas felicidades a Marisela Morales, titular de SIEDO, quien ganó el Premio ‘Mujer Valiente 2011’ entregado por la Sras Obama y Clinton”.
Días después, el siguiente capítulo en esta historia que es casi de película, llevó las cosas a una etapa más álgida: Arturo Chávez Chávez dejó la PGR y el Presidente del país propuso que la internacionalmente reconocida Marisela Morales ocupe el cargo.
Si no fuera porque la guapa señora se apresta a ser la primera fiscal de una de las naciones que sin enfrentar situación de guerra, registra una de las tasas más altas de ejecuciones y muertes violentas, se podría decir que el suyo es un cuento de hadas.
Pero sólo por dar un toque de realidad a su carrera ascendente, es oportuno recordar que la PGR dejada por Arturo Chávez Chávez encara incontables casos pendientes relacionados con tráfico de armas, narcotráfico, secuestros y numerosos delitos de los llamados de alto impacto. Parte de esa herencia indeseable proviene específicamente de la SIEDO, que ella condujo.
Y luego, está el factor político. En la Cámara de Diputados se vaticina que no hay bloque suficiente que pueda echarle a perder al Presidente Calderón el nombramiento de una mujer al frente de la PGR, pero varios legisladores preparan los argumentos suficientes para manchar su femenil reputación con el llamado “michoacanazo”, la persecución de funcionarios perredistas en Michoacán, a quienes finalmente no se les pudo demostrar ninguna actividad ilícita.
¡Ah! ¿Y Josefina Vázquez Mota? Pues la coordinadora del grupo parlamentario panista por fin apuesta abiertamente. Es aspirante a la candidatura presidencial del Partido Acción Nacional. Aunque las comparaciones son por lo menos rechazadas, la suya ha sido también una carrera rápida y protegida en los estrechos caminos del poder.
Una estrategia pragmática toma forma en las oficinas presidenciales: apostar por las figuras femeninas.
Se toma prestada una broma de don Esteban Garaiz Izarra: poco más de la mitad de los ciudadanos de este país son mujeres... y todos los demás son sus hijos.
El pasado 8 de marzo comenzó a cocinarse una historia que seguro culminará con un hecho histórico: la Procuraduría General de la República (PGR) tendrá al frente a una mujer, Marisela.
Ese día, Michelle Obama y Hillary Clinton le entregaron a la abogada graduada de la UNAM la presea internacional “Mujer Valiente 2011”. Era el Día Internacional de la Mujer y Morales Ibáñez llevaba más de dos años y medio (desde el 4 de agosto de 2008) como titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, la célebre SIEDO.
El mismo Felipe Calderón lo festinó en su cuenta de Twitter: “Muchas felicidades a Marisela Morales, titular de SIEDO, quien ganó el Premio ‘Mujer Valiente 2011’ entregado por la Sras Obama y Clinton”.
Días después, el siguiente capítulo en esta historia que es casi de película, llevó las cosas a una etapa más álgida: Arturo Chávez Chávez dejó la PGR y el Presidente del país propuso que la internacionalmente reconocida Marisela Morales ocupe el cargo.
Si no fuera porque la guapa señora se apresta a ser la primera fiscal de una de las naciones que sin enfrentar situación de guerra, registra una de las tasas más altas de ejecuciones y muertes violentas, se podría decir que el suyo es un cuento de hadas.
Pero sólo por dar un toque de realidad a su carrera ascendente, es oportuno recordar que la PGR dejada por Arturo Chávez Chávez encara incontables casos pendientes relacionados con tráfico de armas, narcotráfico, secuestros y numerosos delitos de los llamados de alto impacto. Parte de esa herencia indeseable proviene específicamente de la SIEDO, que ella condujo.
Y luego, está el factor político. En la Cámara de Diputados se vaticina que no hay bloque suficiente que pueda echarle a perder al Presidente Calderón el nombramiento de una mujer al frente de la PGR, pero varios legisladores preparan los argumentos suficientes para manchar su femenil reputación con el llamado “michoacanazo”, la persecución de funcionarios perredistas en Michoacán, a quienes finalmente no se les pudo demostrar ninguna actividad ilícita.
¡Ah! ¿Y Josefina Vázquez Mota? Pues la coordinadora del grupo parlamentario panista por fin apuesta abiertamente. Es aspirante a la candidatura presidencial del Partido Acción Nacional. Aunque las comparaciones son por lo menos rechazadas, la suya ha sido también una carrera rápida y protegida en los estrechos caminos del poder.
Una estrategia pragmática toma forma en las oficinas presidenciales: apostar por las figuras femeninas.
Se toma prestada una broma de don Esteban Garaiz Izarra: poco más de la mitad de los ciudadanos de este país son mujeres... y todos los demás son sus hijos.
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