México
Un error, no tomar la nota a Martín Esparza
Experto en sindicalismo dice que podría haber un estallido social debido al atropello contra el Sindicato Mexicano Electricista
GUADALAJARA, JALISCO.- La Secretaría del Trabajo (STPS) no tiene ninguna autoridad para reconocer o desconocer los liderazgos sindicales, por lo que no tomar la toma de Martín Esparza es sumamente grave, dice en entrevista el profesor investigador de la Universidad de Guadalajara, Jaime Tamayo Rodríguez.
Afirma que con esa actitud el Gobierno federal está regresado al “charrismo” sindical, que surgió cuando en el priismo el Estado violentó la autonomía sindical e impuso a algunos líderes, como Jesús “El Charro” Díaz de León, en el de los Trabajadores Ferrocarrileros.
“Están volviendo a viejas prácticas que parecían superadas, estamos viendo que se vuelve al viejo corporativismo, por ejemplo con la existencia de un partido político formado por un sindicato, estamos viendo de manera mucho más clara la intervención de desconocer a un líder y tratar de imponer a otro”.
El profesor del Departamento de Estudios Sobre Movimientos Sociales del Centro Universitario de Ciencia Sociales y Humanidades (CUCSH), también lamenta que el secretario del Trabajo, Javier Lozano, haya amenazado a los electricistas en caso de irse a huelga.
“Me parece muy grave que se vuelva a la época de recurrir a la fuerza pública para imponer a los dirigentes sindicales proclives al Estado, al Gobierno, eso es el trasfondo más peligroso porque estamos volviendo a una época primitiva en lo que se refiere al movimiento obrero y mucho más en una sociedad democrática, no es posible que el Estado esté tratando de decidir a quién quiere como dirigente de un sindicato de acuerdo a sus conveniencias en política económica”.
—El Gobierno argumenta que cuesta alrededor de 40 mil millones de pesos al año mantener a una empresa que es ineficiente…
—Más allá del costo que pueda significar una empresa (Luz y Fuerza del Centro), eso tendría que resolverse de otra manera, pero no se puede resolver imponiéndole a los trabajadores un líder sindical.
— ¿Pero el no hacer nada no sería seguir consintiendo sus abusos, sus transas como se dice?
—¿Cuáles son sus tranzas?, yo no conozco nada que me haga pensar que en el SME haya transas, todos sabemos que en el sindicato de petroleros las hay, que es uno de los sindicatos protegidos por el Gobierno.
En el caso del SME creo que es uno de los sindicatos más combativos, que responde al interés de los trabajadores y ahí no veo transas, el secretario Lozano dice que hay transas pero no aporta elementos, sólo su voz, su declaración,
—Argumentan irregularidades en la elección
—Si hay elementos en todo caso sería la Junta de Conciliación y Arbitraje la que tendría que resolver que se reponga el procedimiento, pero no el secretario del Trabajo. Lo que sí está comprobando es que el ex secretario particular del Presidente (César Nava, actual presidente nacional del PAN) metió recursos para la disidencia, esa es intervención directa del Ejecutivo en la vida sindical y eso sí es una transa a la democracia.
— ¿Estamos viendo el final del SME y de Luz y Fuerza del Centro?
—Están buscando crear condiciones para eso para privatizarlo, no estoy seguro de que lo logren. La intención que tienen es abrir más espacios a compañías privadas. Lo que quieren hacer es que otros vivales se enriquezcan a través de los recursos nacionales, como se hizo con Telmex.
—¿Cuál sería una posible solución al conflicto?
—Yo creo que debe renunciar el secretario del Trabajo, no veo otra, la renuncia de Javier Lozano. Está excediéndose, algo que es intocable es la autonomía sindical, para que los sindicatos tengan existencia real, de otra manera se convierte en un instrumento del Estado.
Se están creando las condiciones para que 2010 sea un año de grandes conflictos sociales, de estallidos sociales, el conflicto sindical se va a volver un movimiento mucho más fuerte, porque el afectado no es sólo es el SME, sino el derecho de los trabajadores de elegir a sus líderes, el derecho a la autonomía sindical, y esto va a provocar que haya reacciones, obviamente va a actuar el SME, pero se puede extender por todo el país, seguramente habrá movilizaciones de grupos sindicales en todo el país.
El principio del fin
En junio pasado (del 16 al 26) se llevó a cabo la elección del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y por tercera vez consecutiva el gremio eligió a Martín Esparza como su líder.
El 3 de julio, tras tres conteos, se anunció que Esparza se mantendría hasta 2011. La votación fue cerradísima, ya que la diferencia fue de sólo 352 votos de un total de 53 mil 668. Lo extraño del asunto es que el padrón de socios del SME sólo tiene 41 mil 975 trabajadores.
El 5 de octubre, el secretario del Trabajo, Javier Lozano, le negó la toma de nota a Esparza por la gran cantidad de inconsistencias en el proceso electoral.
El líder sindical dijo que el PAN, y en particular su presidente nacional, César Nava, habían apoyado a Muñoz Reséndiz e incluso lo financiaron.
El periodista Ricardo Alemán, afirmó en su columna “Itinerario político” del pasado lunes, que desde el año pasado el Presidente Felipe Calderón había decidido desaparecer el sindicato, ya que es ineficiente a pesar de los 40 mil millones de pesos anuales que recibe, sin embargo, el Ejecutivo prefirió hacerlo después de las elecciones. Hoy parece que ya perfila su desaparición, aunque habrá que esperar la reacción del SME.
Afirma que con esa actitud el Gobierno federal está regresado al “charrismo” sindical, que surgió cuando en el priismo el Estado violentó la autonomía sindical e impuso a algunos líderes, como Jesús “El Charro” Díaz de León, en el de los Trabajadores Ferrocarrileros.
“Están volviendo a viejas prácticas que parecían superadas, estamos viendo que se vuelve al viejo corporativismo, por ejemplo con la existencia de un partido político formado por un sindicato, estamos viendo de manera mucho más clara la intervención de desconocer a un líder y tratar de imponer a otro”.
El profesor del Departamento de Estudios Sobre Movimientos Sociales del Centro Universitario de Ciencia Sociales y Humanidades (CUCSH), también lamenta que el secretario del Trabajo, Javier Lozano, haya amenazado a los electricistas en caso de irse a huelga.
“Me parece muy grave que se vuelva a la época de recurrir a la fuerza pública para imponer a los dirigentes sindicales proclives al Estado, al Gobierno, eso es el trasfondo más peligroso porque estamos volviendo a una época primitiva en lo que se refiere al movimiento obrero y mucho más en una sociedad democrática, no es posible que el Estado esté tratando de decidir a quién quiere como dirigente de un sindicato de acuerdo a sus conveniencias en política económica”.
—El Gobierno argumenta que cuesta alrededor de 40 mil millones de pesos al año mantener a una empresa que es ineficiente…
—Más allá del costo que pueda significar una empresa (Luz y Fuerza del Centro), eso tendría que resolverse de otra manera, pero no se puede resolver imponiéndole a los trabajadores un líder sindical.
— ¿Pero el no hacer nada no sería seguir consintiendo sus abusos, sus transas como se dice?
—¿Cuáles son sus tranzas?, yo no conozco nada que me haga pensar que en el SME haya transas, todos sabemos que en el sindicato de petroleros las hay, que es uno de los sindicatos protegidos por el Gobierno.
En el caso del SME creo que es uno de los sindicatos más combativos, que responde al interés de los trabajadores y ahí no veo transas, el secretario Lozano dice que hay transas pero no aporta elementos, sólo su voz, su declaración,
—Argumentan irregularidades en la elección
—Si hay elementos en todo caso sería la Junta de Conciliación y Arbitraje la que tendría que resolver que se reponga el procedimiento, pero no el secretario del Trabajo. Lo que sí está comprobando es que el ex secretario particular del Presidente (César Nava, actual presidente nacional del PAN) metió recursos para la disidencia, esa es intervención directa del Ejecutivo en la vida sindical y eso sí es una transa a la democracia.
— ¿Estamos viendo el final del SME y de Luz y Fuerza del Centro?
—Están buscando crear condiciones para eso para privatizarlo, no estoy seguro de que lo logren. La intención que tienen es abrir más espacios a compañías privadas. Lo que quieren hacer es que otros vivales se enriquezcan a través de los recursos nacionales, como se hizo con Telmex.
—¿Cuál sería una posible solución al conflicto?
—Yo creo que debe renunciar el secretario del Trabajo, no veo otra, la renuncia de Javier Lozano. Está excediéndose, algo que es intocable es la autonomía sindical, para que los sindicatos tengan existencia real, de otra manera se convierte en un instrumento del Estado.
Se están creando las condiciones para que 2010 sea un año de grandes conflictos sociales, de estallidos sociales, el conflicto sindical se va a volver un movimiento mucho más fuerte, porque el afectado no es sólo es el SME, sino el derecho de los trabajadores de elegir a sus líderes, el derecho a la autonomía sindical, y esto va a provocar que haya reacciones, obviamente va a actuar el SME, pero se puede extender por todo el país, seguramente habrá movilizaciones de grupos sindicales en todo el país.
El principio del fin
En junio pasado (del 16 al 26) se llevó a cabo la elección del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y por tercera vez consecutiva el gremio eligió a Martín Esparza como su líder.
El 3 de julio, tras tres conteos, se anunció que Esparza se mantendría hasta 2011. La votación fue cerradísima, ya que la diferencia fue de sólo 352 votos de un total de 53 mil 668. Lo extraño del asunto es que el padrón de socios del SME sólo tiene 41 mil 975 trabajadores.
El 5 de octubre, el secretario del Trabajo, Javier Lozano, le negó la toma de nota a Esparza por la gran cantidad de inconsistencias en el proceso electoral.
El líder sindical dijo que el PAN, y en particular su presidente nacional, César Nava, habían apoyado a Muñoz Reséndiz e incluso lo financiaron.
El periodista Ricardo Alemán, afirmó en su columna “Itinerario político” del pasado lunes, que desde el año pasado el Presidente Felipe Calderón había decidido desaparecer el sindicato, ya que es ineficiente a pesar de los 40 mil millones de pesos anuales que recibe, sin embargo, el Ejecutivo prefirió hacerlo después de las elecciones. Hoy parece que ya perfila su desaparición, aunque habrá que esperar la reacción del SME.
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