México
Ugalde espera que perdedores acaten resultado electoral
El ex presidente Consejero del Instituto Electoral señaló que la principal enseñanza que dejó el 2006 es que debe haber un comportamiento democrático de los contendientes
DURANGO, DURANGO (09/MAY/2012).- El mayor riesgo de una elección es que los perdedores no acaten el resultado y el veredicto de los ciudadanos, y no se sabe si eso ocurrirá otra vez; "pero espero que la noche del 1 de julio, los que ganen y los que pierden acepten el veredicto", aseguró el ex presidente Consejero del Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde.
De visita en la capital del estado de Durango para participar en el inicio de los trabajos de la Reforma de Estado, afirmó que la principal enseñanza que dejó el 2006 es que debe haber un comportamiento democrático de los contendientes para aceptar el resultado de la elección ese es el tema central.
Sostuvo que una democrática se consolida cuando se procesa la derrota; "esa es la prueba límite y en México en la elección de 2006 y en prácticamente todas las elecciones estatales posteriores quienes pierden regatean el resultado, rehuyen la aceptación e impugnan los comicios". Por lo anterior consideró que el principal reto de la democracia es aprender a procesar la derrota.
Mencionó que lo que ocurre en las elecciones no es culpa de la autoridad sino de quienes participan en las mismas porque deben aceptar las reglas del juego al reiterar que todos los partidos han regateado los resultados aun y cuando los márgenes sean muy amplios como fueron los procesos del Estado México y Michoacán.
Respecto al debate en que participaron los cuatro contendientes a la Presidencia de la República afirmó que hasta el día de hoy está claro quien es el puntero y lo que estaría por verse es quien se consolida en el segundo lugar.
Desde su punto de vista el tema central del debate y lo que está por verse es quien se consolida los próximos días en el segundo lugar, si Josefina Vázquez Mota o Andrés Manuel López Obrador.
Argumentó que los debates no alteran marginalmente las preferencias, salvo que alguien se equivoque rotundamente o bien que tenga un desempeño espectacular que no fue el caso. "Con un segundo debate lo que podría pasar es que se modificara el segundo lugar, porque son tres o cuatro puntos la diferencia pero hasta el momento no se ha movido de manera significativa".
Por último, consideró que el debate fue positivo, porque los electores pudieron conocer las propuestas de los cuatro candidatos al margen de la anécdota de la modelo y de la rigidez del formato; "hubo contraste y crítica, además fue ampliamente difundido, se alcanzaron buenos niveles de audiencia, aun y con las críticas que ha habido".
De visita en la capital del estado de Durango para participar en el inicio de los trabajos de la Reforma de Estado, afirmó que la principal enseñanza que dejó el 2006 es que debe haber un comportamiento democrático de los contendientes para aceptar el resultado de la elección ese es el tema central.
Sostuvo que una democrática se consolida cuando se procesa la derrota; "esa es la prueba límite y en México en la elección de 2006 y en prácticamente todas las elecciones estatales posteriores quienes pierden regatean el resultado, rehuyen la aceptación e impugnan los comicios". Por lo anterior consideró que el principal reto de la democracia es aprender a procesar la derrota.
Mencionó que lo que ocurre en las elecciones no es culpa de la autoridad sino de quienes participan en las mismas porque deben aceptar las reglas del juego al reiterar que todos los partidos han regateado los resultados aun y cuando los márgenes sean muy amplios como fueron los procesos del Estado México y Michoacán.
Respecto al debate en que participaron los cuatro contendientes a la Presidencia de la República afirmó que hasta el día de hoy está claro quien es el puntero y lo que estaría por verse es quien se consolida en el segundo lugar.
Desde su punto de vista el tema central del debate y lo que está por verse es quien se consolida los próximos días en el segundo lugar, si Josefina Vázquez Mota o Andrés Manuel López Obrador.
Argumentó que los debates no alteran marginalmente las preferencias, salvo que alguien se equivoque rotundamente o bien que tenga un desempeño espectacular que no fue el caso. "Con un segundo debate lo que podría pasar es que se modificara el segundo lugar, porque son tres o cuatro puntos la diferencia pero hasta el momento no se ha movido de manera significativa".
Por último, consideró que el debate fue positivo, porque los electores pudieron conocer las propuestas de los cuatro candidatos al margen de la anécdota de la modelo y de la rigidez del formato; "hubo contraste y crítica, además fue ampliamente difundido, se alcanzaron buenos niveles de audiencia, aun y con las críticas que ha habido".
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