México

UNAM desmiente alarma de Fukushima sea desastre nuclear

Académico de la Facultad de Ingeniería señala la importancia de crear nuevas normas para asegurar el material radioactivo dentro de los reactores y así minimizar los daños ambientales y poblacionales

CIUDAD DE MÉXICO (23/MAR/2011).- La alarma por los reactores afectados de la central de Fukushima no puede calificarse como desastre nuclear y a diferencia del accidente en Chernobyl, Ucrania, se han seguido los procedimientos de seguridad, consideró el ingeniero nuclear Juan Luis François Lacouture.  

El académico de la Facultad de Ingeniería de la UNAM señaló que es necesario construir las plantas nucleares con nuevas normas, que aseguren el material radiactivo dentro del reactor y minimicen los daños ambientales y poblacionales.  

Expuso que las instalaciones de la ciudad japonesa soportaron el sismo de nueve grados Richter registrado en la costa Pacífico, pero el tsunami posterior complicó el funcionamiento de sus dispositivos y fue necesario inyectarles agua de mar y ácido bórico para estabilizarlo. 

Al dictar su ponencia ''En espera de la primavera en Fukushima'', el experto en Ingeniería Nuclear refirió que el daño registrado en esa central servirá para mejorar las condiciones de los 435 reactores en funcionamiento en el orbe y que producen 15 por ciento de la electricidad que se consume en el planeta.  

En un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el catedrático recordó que las unidades uno y tres de la central de Fukushima están en el nivel cuatro de la Escala Internacional de Accidentes Nucleares, que refiere a un suceso de consecuencias locales.  

Los reactores se apagaron en el terremoto del 11 de marzo y el tsunami posterior arrastró los sistemas de suministro de combustible de los generadores diésel de emergencia; sin embargo, el sistema de refrigeración del núcleo aislado siguió en funcionamiento por ocho horas más, hasta que se agotaron las baterías que lo activaban.  

Después el nivel de agua en el núcleo comenzó a disminuir, lo que generó más vapor que al entrar en contacto con los tubos de circonio produjo hidrógeno y se venteó hacia la contención secundaria para disminuir la presión.  

En la contención secundaria, el hidrógeno reaccionó con el aire y explotó; la estructura se debilitó en la parte superior por estas detonaciones pero la base, de concreto armado, aún permanece sólida, precisó.  

Como medida de prevención, en un radio de 20 kilómetros se desalojó a los pobladores para evitar daños y se suministraron pastillas de yoduro de potasio para impedir el deterioro de la tiroides por absorción de yodo radiactivo, sustancia que tiene una vida media de ocho días, detalló.  

La contaminación nuclear en las grandes ciudades, como Tokio, no representa un peligro y el nivel de radiación es menor en 600 veces a la dosis recibida en la obtención de una radiografía médica, agregó Juan Luis François Lacouture.  

Los mayores accidentes nucleares en la historia han ocurrido en: Chernobyl, Ucrania en 1986, de nivel siete; Mayak, Rusia en 1957, de nivel seis; Windscale, Inglaterra en 1957, de nivel cinco y Three Mile Island, en Estados Unidos en 1979, también de nivel cinco.
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