México

Tren parlamentario

El PRI y la reforma laboral

La reforma laboral que presentó el PRI  sigue empujando a la Cámara de Diputados por el pedregoso sendero de las divisiones.  

Pasados los primeros días, afloran en San Lázaro escisiones al interior del Revolucionario Institucional por la iniciativa de los diputados Tereso Medina e Isaías González Cuevas, líder cetemista de Coahuila y líder nacional de la CROC, respectivamente.

A ello, se le han agregado elementos externos al partido que ahora preside el coahuilense Humberto Moreira. Sindicatos como los de Telmex, Tranviarios, los Pilotos de Mexicana de Aviación, del Monte de Piedad, y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación,  más afines al PRD y PT que al PAN y al PRI, han comenzado a movilizarse contra lo que han tildado como una iniciativa priista “sorprendentemente destructiva” de los derechos sociales que la Revolución de 1910 prohijó.  

Cientos de trabajadores adheridos a esas agrupaciones sindicales realizaron un mitin de protesta, en las afueras de San Lázaro.  Pero lo que más llamó la atención fueron dos hechos que sucedieron al interior de esa bancada que coordina el peñanietista Francisco Rojas Gutiérrez.

Uno. Diputados del sector obrero han hecho saber a Rojas Gutiérrez que en la iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo que plantearon Tereso e Isaías,  con la complacencia evidente del mismo Rojas,  hay 22 cláusulas que causarían, de ser aprobadas, un “gran perjuicio” a los trabajadores y a las organizaciones sindicales.  

Fernando Espino Arévalo, diputado del PRI que también es líder del Sindicato del Sistema de Transporte Colectivo (Metro), incluso ha emitido un documento en el que  expone,

fundamentalmente, que  la iniciativa no es en realidad la misma que a los diputados les mostraron en Acapulco, cuando a fines de enero se reunió la bancada tricolor de San Lázaro para  planificar la agenda legislativa que presentarían como materia de trabajo parlamentario en el actual segundo periodo ordinario, que comenzó el 1 de febrero y finalizará el 30 de abril. 

Dos.  Entre el atardecer y la noche, en San Lázaro, diputados del PRI reunidos en torno del tema de la reforma laboral dispusieron que se creara una comisión que dedicados estuvieran a informar pormenorizadamente a toda la bancada sobre los pros y los contras de la iniciativa de reforma laboral. Y el acuerdo incluyó la advertencia, dentro y fuera del PRI, de que la discusión tendría el tiempo necesario… Con esto, dando por entendido que el dictamen de la iniciativa no necesariamente tendría que ocurrir en el presente periodo ordinario de sesiones, como, de hecho, han estado urgiendo, a que así suceda, voces del régimen, como el secretario de Trabajo, Javier Alarcón, y diputados de Acción Nacional.

En el mitin de los trabajadores, celebrado a las fueras de San Lázaro, varios diputados pronunciaron arengas por la movilización en el país de los trabajadores, contra la referida iniciativa.

Uno fue Francisco Hernández Juárez, diputado del PRD y líder (por cierto, casi eterno) del sindicato de los telefonistas.

A decir de Hernández Juárez, hay diferencias entre la del 15 de diciembre y la que presentaron este 10 de marzo. Verbigracia: aquella incluía a rango legal la semana de 40 horas y retiraba a la Secretaría del Trabajo la facultad de otorgar o no la toma de nota a los sindicatos.

Decía Hernández en el mitin que hay unas 300 cláusulas en las que podría haber acuerdo, incluso consenso, pero en 20 no, porque “son un problema”.

Cuando, al final, Hernández dijo que –en el debate que se ha abierto en torno de la reforma laboral- más que mirar las coincidencias tendrían que comenzar a ver las diferencias, para buscar entonces acercamientos con los inconformes, “y dividirlos”, ya en las filas del PRI, diputados del sector obrero habían comenzado a respingar contra su líder Rojas Gutiérrez. 
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