México

Tren parlamentario

La mala hora

La Ley de Ingresos y los seis dictámenes que la acompañan cada año, para la conformación de la estrategia recaudatoria del gobierno federal, concluyeron su periplo legislativo en la Cámara de Diputados, la madrugada de este miércoles 20. Pero por lo que según han dicho los opositores más recalcitrantes, los del PT y PC, y por los silencios con que respondieron a éstos los priístas y los panistas, mas la hora en que acaecieron los hechos, puede discernirse que este conjunto de leyes anual que ha pasado al Senado para su refrendo no puede ser realmente algo bueno para la mayoría de la población mexicana.

“Toda la vida he militado en el partido que nos dio el ISSSTE y la seguridad social; toda la vida he militado en el partido con que Lázaro Cárdenas nacionalizó el petróleo y entregó la tierra a los campesinos de México, decía a punto casi de las lágrimas y a las cuatro de la madrugada, en la tribuna de San Lázaro, el diputado federal del PRI Pedro Ávila Nevárez. “Pero en esta ocasión y con mucho dolor y mucha tristeza  –apostillaba el pundonoroso político duranguense- mi voto  será en contra, porque prometimos que íbamos a bajar el IVA y no lo bajamos del 16 al 15 por ciento”.

Era la hora más pesada de la madrugada.  Casualmente, la que suelen utilizar los ladrones y los bandidos para realizar sus fechorías con mayores grados de impunidad. Un informe de la Secretaría de Seguridad Pública dado a conocer a la Cámara de Diputados afirma que durante la noche se cometen ocho de cada 10 atracos a casas-habitación.

Ha sido, por cierto, también la hora que los diputados del PRI y el PAN han utilizado desde hace cuatro legislaturas para aprobar cada año la Ley de Ingresos. Y esta vez, evidentemente, no fue la excepción.

Entonces a don Pedro Ávila se le martajó todavía más la voz de viejo. Y del alma sacó un resoplido de caballo muy encabritado: “Soy priísta y lo seré hasta que me muera; pero no podemos traicionar al pueblo humilde, al pueblo que votó por nosotros; a ese pueblo que se pierde en la ignominia y nosotros dándole recursos y más recursos a los panistas, que están llevando a la patria a la quiebra y a la desesperación subiendo los impuestos en la gasolina, en el gas, en la electricidad”.

Y arengó: “Votemos y hagamos justicia al pueblo de México. Viva López Mateos. Viva Cárdenas”.  Pero a don Pedro  entonces ese pleno de hombres y mujeres sin alma y sin voz propia en que se constituyeron la madrugada del miércoles la mayoría de los priístas le respondió con el silencio, aunque decenas no pudieron escapar una mirada solidaria y trasminada de rabia. La rabia del preso; del que quiere, pero no puede.

Desde las siete y media de la mañana del martes 19, cuando la Comisión de Hacienda se puso a sesionar por primera vez en un año, y hasta las cuatro y minutos de la madrugada del miércoles –hora en que fue aprobada la Ley de Ingresos- el cinismo  y la simulación de quienes gobiernan al PRI y al PAN en San Lázaro rezumaron todas las decisiones plenarias, como la humedad suele trasminar a la cubierta de un barco.

“Yo solamente quiero recalcar, señor presidente”, decía también el priísta Héctor Pablo Ramírez Leyva Puga pasadas las cuatro de la mañana, “que mi voto será en contra de este dictamen, porque considero que el PRI debe ser consecuente con lo que ofreció en su plenaria en Ixtapan de la Sal”.

De perredistas como Víctor Manuel Castro Cosío y José Narro, no se esperó más que una fuerte crítica al PAN y PRI, hacedores al final de cuentas de la Ley de Ingresos. Y ni se diga de los petistas Mario di Costanzo, Jaime Cárdenas, Laura Itzel Castillo y Gerardo Fernández Noroña.  

Una Ley de Ingresos  que sólo ha respondido a los intereses de los grandes empresarios del país –solían decir, una y otra vez, todos los opositores al PAN y PRI.  Y algo que escocía a Castro Cosío y a Di Costanzo y a Cárdenas era el cinismo con que ha actuado Rivera Pocoroba para evitar, a ultranza, que la Comisión de Hacienda se reuniera en un año para sesionar. Más de 600 iniciativas esperan su dictamen allí.

En el conjunto de aquellas siete leyes aprobadas la madrugada de este miércoles, hubo decisiones como las siguientes: el IVA se quedó en el 16%; autorizaron a las petroleras multinacionales que perforan y extraen en Chicontepec a quedarse con 32.5 dólares por cada barril que extraigan en pozos supuestamente de pocos volúmenes de extracción; autorizaron también al Ejecutivo FEderal un rubro en Ley de Ingresos denominado "Los otros", por 63 mil 400 millones de pesos, que al pleno no dilucidó nadie porque "son asuntos sensibles para los diputados".  

Los dictámenes de los ingresos se fueron al Senado, para su refrendo, a donde los espera… nada menos que el PRI y el PAN otra vez.
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