México

Tren parlamentario

IVA y consolidación fiscal

Es, la negociación de la Ley de Ingresos, la crónica de una historia anunciada, cuyos principales protagonistas no serán los diputados ni los senadores, sino los mandatarios estatales y el presidente Felipe Calderón.
Hace un año, cuando el PAN y el PRI buscaban los argumentos sobre los cuales afincar el alza del IVA de 15 a 16%,  los gobernadores —fundamentalmente los priistas y los panistas— iban y venían por San Lázaro urgiendo a los legisladores de sus respectivos partidos para que  subieran los impuestos, porque, repetían de hecho la cantaleta que había iniciado el Ejecutivo Federal, era necesario hacerlo porque el país estaba ente un “hoyo financiero” de unos 400 mil millones de pesos que hacía peligrar a la economía mexicana.  

No a todos los gobernadores, por supuesto, hay que medirlos con el mismo rasero. Verbigracia: Humberto Moreira, de Coahuila, criticó con unas ganas al titular del Ejecutivo que daba gusto escucharlo, y sentenciaba que subir el IVA sería además de inflacionario, imprudente para las finanzas públicas y muy injusto para la economía de por sí exigua de la mayoría de los mexicanos.  

Enrique Peña Nieto, también priista, actuó en sentido contrario, e iba a San Lázaro a cabildear con sus correligionarios para que  reforzaran el posicionamiento del Ejecutivo Federal, que no dejaba de argüir lo del hoy financiero.

Al final de la tarde, allá por el 22 de octubre de 2009,  el PRI con Francisco Rojas y Luis Videgaray a la cabeza  justificó que subir el IVA era lo menos peor para el país, porque un hoyo financiero —como lo había descrito el Gobierno federal— provocaría un resquebrajamiento de la economía nacional.

Meses después, ya entrado 2010, el mismo Francisco Rojas y muchos otros priistas súbitamente se declararon engañados por lo que había argumentado el presidente Felipe Calderón. Que nunca realmente había existido tal faltante financiero. Y, por lo tanto, Calderón mintió.

Ahora que los priistas se enojaron, por causa de las alianzas en estados otrora de gran ascendencia priista como Oaxaca, Puebla, Sinaloa… a donde perdieron en julio la pelea por las gubernaturas,  dieron el grito en el cielo y juraron desde las cúpulas que, ahora sí, ya no los volverían a engañar.  Y declararon la guerra al Ejecutivo y al IVA de 16%, al que desde julio —pasaditas las elecciones aquellas— le juraron que lo van a volver al sitio donde estaba, el de 15%, y de 11 a 10 en las zonas fronterizas del país.

En el interior del PRI hubo gente, sin embargo, que no tragó aceite ante el recule de 16 al 15 por ciento.  Más bien, nutrieron una imagen de congruencia personal y política. Se refiere uno, evidentemente, a quienes pelearon en 2009 porque el IVA no se le incrementara. Hasta eso, no muchos: no más de 30, de 237.

Pues estos días de preámbulos de la Ley de Ingresos para el 2011, la historia al parecer se repite. Los diputados que hace un año peleaban por que el IVA no subiera, ahora han comenzado a hacer exactamente lo mismo, ante una cúpula, la priista, que amaga con volver a hacer de las suyas, en aras de quedar bien con algunos de sus gobernadores.  

Para nadie es un secreto el que los gobernadores priistas se hayan constituido en un factor de presión que el Ejecutivo Federal suele utilizar para voltearles la página a los priistas, y a los perredistas, que también tienen gobernadores.  

Hay en San Lázaro, sin embargo, gente que mira más de una lectura en un mismo renglón.
Un punto porcentual del IVA, el de 16%, no significará más de 33 mil millones de pesos de recaudación. Un monto que bien podría ganarse en las partidas de gasto corriente que se ha autopropuesto el Ejecutivo Federal.

Voces como la de Mario di Costanzo, el diputado federal del PT,  han considerado que esto de bajar el IVA, por parte del PRI, no ha sido más que pura simulación, pura hipocresía. Y también una suerte de “desviar la atención”, porque en realidad lo que ha hecho el PRI es evitar que el debate crezca en torno de la eliminación de regímenes especiales como el de nombre Consolidación Fiscal, con cuya supresión el SAT estaría recaudando más de 800 mil millones de pesos.  Una cantidad superlativamente más grande que la de los 33 mil millones del punto porcentual del IVA.

En coincidencia con lo que dice el petista, esto de la consolidación fiscal ha sido un tema que el PRI  sistemáticamente soslaya, y evita opinar o discutir.

En la semana que comienza, el PRI  tendrá que discutir al interior de su bancada cuál será el posicionamiento final sobre el IVA.  Hay diputados priistas que juran que no permitirán que la cúpula los vuelva a presionar para que el impuesto quede en el 16 por ciento. Cosa de días para saber de cuál lengua sale más sangre.
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