México

Tren parlamentario

El Twitter de Peña Nieto

Rostro entumecido y tirándole a colorado, así se le veía a Óscar González Yáñez dos días después. Y soltó: “En consecuencia, diputado ‘Videogaray’, pues ahí andamos. Y Arrieros somos, compañero diputado”.

El martes, cuando comparecía Ernesto Cordero, secretario de Hacienda, uno de los diputados que flanqueaban al compareciente no era otro que el legislador priista Luis Videgaray, el peón que Enrique Peña Nieto tiene en la Cámara de Diputados en calidad de presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública.

En una de las participaciones que el diputado petista González Yáñez tuvo alcanzó a darle un soberano coscorrón al copetón gobernador del Estado de México, a propósito de lo que le han criticado estos días, de haber insuflado él a la diputación local priista para que quitara de la ley electoral local a las candidaturas comunes.

A los pocos minutos, González Yáñez apareció fotografiado en posición de dormido en una curul, en el portal del periódico “Reforma”, en cuyo calce se informaba que la fotografía había sido tomada por Luis Videgaray, y subida a la red Twitter por éste mismo.

A dos días de lo ocurrido, Óscar González aprovechó el momento en que se iniciaba un debate en torno de la reforma electoral del Estado de México. La misma que ahora es conocida como la “ley Peña Nieto”.

González Yáñez pidió la palabra para leer un comunicado propio, y “fijar” su posición “sobre hechos que sucedieron en estos tres últimos días”.

Luis Videgaray oteó hacia el petista. Y guardó silencio. Su acuse de recibo. El petista comenzó: “¿Cuál es el camino y el rumbo que debería tomar nuestra convivencia parlamentaria?”

Un rumor, instantáneo, estremeció el curulerío priísta. Olisqueaban todos la pelea. “No está inscrito su comunicado en el orden del día”, intentó atajar a González el priista presidente Jorge Carlos Ramírez Marín. “Lo hago en torno de la intervención del Estado de México”, sorteó el petista.

Luz verde del que presidía. Allá, abajo, en su curul, rodeado de priistas,Videgaray reía. González entonces lo acusó de haber “roto los principios de imparcialidad, objetividad y convivencia en el Congreso”. Y agregaba: “No permitamos la irrupción de nuestra convivencia, de nuestros principios y la convivencia entre compañeros parlamentarios, entre pares”.

A González, evidentemente, le seguía escociendo el hígado la fotografía aquella que publicó “Reforma”, y que tomó, con un celular, Luis Videgaray. Y entonces, con lo que dijo, borró de un plumazo la risa sardónica del peón de Peña Nieto: “Dice la Ley Orgánica que el presidente de la Cámara de Diputados deberá hacer prevalecer el interés general de la Cámara por encima del interés particular o de grupo. (Luego entonces) formalmente le pido a los compañeros de todas las fracciones parlamentarias que quien en este momento tiene la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública deje de serlo, porque no tiene las condiciones ni da las garantías para ello. No es garante Luis Videgaray de esta sana convivencia en una comisión tan importante”.

Ahí sí ya no le gustó a ninguno de los muchos que reían. Y menos a Videgaray, que a la tribuna fue, para decir: “Este es un día que yo no esperé que veríamos en esta Cámara de Diputados. La verdad no, la verdad no. Creo que si algo ha acreditado en esta tribuna es que el PT y sus integrantes están dispuestos a tener toda clase de conductas, desde tomas de tribuna, irrupciones al orden, vamos, hasta flores le llevan a los secretarios, cantos. Y los hemos respetado, los hemos respetado”.

El joven mexiquense metido a diputado presidente de la Comisión más importante del Congreso, la de Presupuesto y Cuenta Pública, siguió: “En la comparecencia del secretario de Hacienda… una compañera de partido se refirió, en lo que yo consideré, era un tono incorrecto, o tal vez una alusión no cortés hacia el compareciente (se refería a Ernesto Cordero), y la exhorté a tratar con respeto al compareciente, al secretario de Hacienda”.

Luis Videgaray (ayer bautizado por González como “Videogaray”), dijo también: “Inmediatamente un diputado del PT me recordó, y debo decirlo, me lo recordó correctamente, el diputado Gerardo Fernández Noroña, me dijo que nadie puede coartar la libertad de expresión de un diputado”.

Así contra argumentaba Videgaray, quien remachó: “Pasaron solamente tres días para que un diputado de ese mismo partido, en un acto de evidente intolerancia, de evidente intolerancia, venga aquí con una propuesta para coartar ahora la libertad de expresión de otro diputado, su servidor, alegando que el publicar una fotografía viola, no sé de qué manera viola el orden o no sé qué es lo que viola. No lo entiendo, no lo entiendo. Me apena mucho, señor diputado Óscar González, que su comportamiento en la Cámara haya trascendido a los medios de comunicación porque usted se durmió en la sesión. Me apena mucho.

Y entonces, flamígero, Videgaray reiteró: “Lo que pasa en la Cámara de Diputados es público. Este es el espacio más público de la nación y aquí, perdón señor diputado, no se viene a dormir. Aquí se viene a trabajar”…

Le festinaban los priistas, hasta que apareció Jaime Cárdenas, del PT, quien preguntó al priista: si dice que es público, por qué entonces no son públicas las negociaciones del presupuesto, ni las sesiones de comisiones, ni las de la Junta de Coordinación Política para elegir a consejeros electorales.

Videgaray respondía que en la comisión de presupuesto sí lo son….
Entonces regresaba a tribuna González Yáñez, quien al pleno preguntó: “¿Alguien le va a tener confianza para sentarse a platicar con él? Y le restregaba: “Por qué no dijo que yo tuve una participación muy activa en la comparecencia del secretario?”

Y, ya para bajarse, el petista a Videgaray restregó: “Busca denostar. No le gustó el comentario que yo hice (a Enrique Peña Nieto). Violentó mi libertad de expresión cuando yo hice un comentario sobre una persona que él entendió que era su gobernador”.
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