México

Tren parlamentario

Territorio de lo inédito

Era un eco indiscutiblemente funesto y de muy malos augurios. Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, entraba ayer a la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados tan estruendosamente como suelen entrar las tragedias. Y entonces, aquel pueblo acometido durante la madrugada por el alud de uno de los cerros del nudo mixteco, se puso a gravitar de inmediato sobre una clase política que se ha aupado sobre un sistema de Gobierno incapaz de enfrentar a la desgracia en el acto mismo.

Las noticias se sucedían, una tras otra, desde temprano. Que se había desgajado un cerro de Oaxaca, y que su alud había sepultado a más de 300 viviendas de la comunidad de marras, pero también la de Villa Hidalgo Yalalalag. Que el número de muertos sería “indeterminado”; y había quienes, en San Lázaro, comenzaban a hablar de “centenas”.

Las lluvias borrascosas que no cesan en todo el país, pero de manera muy especial esta temporada en entidades como Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Tabasco, influyeron para que este martes la atención de los legisladores se centrara en una pregunta que se han estado haciendo desde enero fundamentalmente legisladores de la oposición. ¿Qué está sucediendo con el cambio climático y hacia dónde se ha comenzado a enrutar el país?

Y entonces era cuando el pasillerío se llenaba de murmullos y conjeturas del PRI, PT, Convergencia y PRD, a propósito de la evidentemente muy escasa capacidad de las autoridades para reaccionar ante tragedias súbitas, que han comenzado a salir al paso de toda la gente en México, a partir de que las lluvias y las sequías empujan al país hacia territorio de lo inédito.

Armando Ríos Piter, del PRD, sentenciaba desde la tribuna: “El Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) está siendo totalmente insuficiente en su capacidad de reacción. Es extraordinariamente burocrático y necesitamos empezar a pensar en nuevos mecanismos, nuevas medidas por toda la condición climatológica”. Y apostillaba: “Apenas estamos en septiembre y es hasta el 30 de noviembre cuando termina la jornada de huracanes. Esperemos que no haya más este tipo de desgracias; pero los tenemos que atender todos los legisladores, todos los actores políticos y obviamente el Ejecutivo”.

Cosas de lo inédito. Acababa Ríos de decirlo en tribuna, cuando ya el priista Héctor Pablo Ramírez Leyva informaba al pleno que provenían muy malas noticias de Santa María Tlahuitoltepec.

Allá por las ocho de la mañana, el gobernador electo de Oaxaca, Gabino Cué, se había reunido en un sitio de la Ciudad de México con todos los diputados federales priistas de Oaxaca. El presupuesto de 2011 para Oaxaca, el motivo. Y a las nueve, éste se asomaba en San Lázaro, invitado a participar en un foro. Pero apenas llegaba Gabino y se iba abruptamente. Era la hora en que se creía que el cerro transfigurado en miles de toneladas de lodo, podía haber sepultado a unas mil personas.

Dos horas después, ido Gabino ya, el coordinador de los diputados priistas, Héctor Pablo, expresaba en tribuna su “preocupación infinita”. Y convocaba a la prudencia, a la madurez, a la responsabilidad. Y a quitar “un poco la burocracia en este momento”. La Junta de Coordinación Política de San Lázaro anunció entonces que ya pergeñaba un pronunciamiento, que incluiría el exhorto al Gobierno federal a intervenir de inmediato con el Ejército y la Marina.

Inobjetable era el reclamo de los diputados que, desde el lunes, insistían en que el Gobierno creó un esquema de reacción ante las tragedias, y no de prevención. Y era algo que definitivamente se tendría que cambiar, sea con reformas legales, sea con nuevas estrategias de operatividad del Ejecutivo federal.

Paradójicamente, estos reiterados reclamos de la oposición jugaban ayer en el sector de la cancha del Ejecutivo federal y del PAN, que desde hace semanas han estado argumentando en contra de la disminución de 16 a 15% del IVA —como lo ha planteado el PRI—, diciendo que serían recursos que bien podrían apuntalar áreas del presupuesto como las que se destinarán a la prevención de los desastres.

El PAN se anotó ayer un round en su favor —en el forcejeo por el IVA— cuando los 32 secretarios de Finanzas de los gobiernos de los estados y del Distrito Federal estuvieron en San Lázaro, para decir que si bajan el IVA, entonces los gobiernos de los estados, en su conjunto, no recibirán nueve mil millones de pesos. El Estado de México perdería mil 100 millones y el Gobierno del Distrito Federal, mil millones de pesos, del PRI y PRD, respectivamente.
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