México

Tren parlamentario

El muñeco de sal

Las ondas de la explosión del coche-bomba en Ciudad Juárez sacudieron con gran rigor ayer muros y dinteles del Congreso de la Unión, y conmocionaban en San Lázaro. La espiral de la violencia en que está inmerso el país acababa de dar un nuevo giro, justamente a unas horas de que el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, hubo reiterado de que dará continuidad al plan anticrimen. El mismo desde 2006.

El diputado federal del PRI que lleva la voz cantante de Beatriz Paredes Rangel en el Congreso de la Unión, el yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín,  por segundo día consecutivo habló con una severidad inusitada en el priismo.

“Esto me recuerda”, decía Ramírez Marín a un grupo de reporteros en el Mezanine de San Lázaro,  “aquel cuento de Anthony de Mello, el ‘Muñeco de Sal’, que se va remojando en el mar. Iba preguntando por el desierto: ‘¿quién soy, quién soy?’ Y cuando llega al mar se mete; y cuando se está deshaciendo, entonces dice: ‘ahora sé quién soy”.

Se le había preguntado sobre el auto-bomba. “Hemos estado presenciando”, dijo el priista, “cómo el crimen organizado ha demostrado un sistemático ensayo de tácticas”. Y explicaba evocando atentados a delegaciones policíacas, asesinatos selectivos de policías,  bloqueos de avenidas y calles, emboscadas al Ejército, marinos y policías. “Y ahora lo vemos estrenar la estrategia o táctica de los autos-bomba”.

En cambio, criticaba, “lo único que se hace son llamados, declaraciones políticas, exhortos, y al final vamos a ser testigos de movimientos mucho más grandes y nos vamos a preguntar por qué”.

Fue entonces cuando decía lo del ‘Muñeco de Sal’, a lo cual remachaba: “No vaya a ser que nosotros nos estemos deshaciendo y no estemos comprendiendo que lo que está pasando no es casualidad, y (que no pueda ser) resuelto ni con política ni con declaraciones políticas”.

Más allá de la formalidad en las declaraciones, a ninguno de la oposición le ha gustado la reiteración del nuevo secretario de Gobernación respecto de una estrategia anticrimen que, desde el sentido común, puede mirarse cómo hace agua por todos sus flancos.

“Es un asunto”, insistía el prominente legislador priista, “que debe dar paso a una estrategia de seguridad real, organizada, donde realmente estén comprendidos todos los niveles, pero que provenga de expertos, no solamente de deseos políticos”.

Hacía unos minutos, Hortensia Aragón, dirigente del PRD,  había urgido a Blake la instalación de la mesa de diálogo de que habló en su ungimiento. Y se refería, explícitamente, de un cambio urgente de estrategia “que ponga freno al creciente número de muertes producto de esta errónea guerra que, a la fecha, suman casi 25 mil”.

Una estrategia que no incluye, así lo refieren los hechos,  el combate decidido del blanqueo de esa barrancada sucia de dinero producto del crimen organizado.

Hortensia Aragón dijo: “La primera (nueva estrategia) de éstas debe ser cortar de tajo los hilos financieros del negocio millonario que representa el narcotráfico.  Y una vez puestas en marcha medidas que inhiban el blanqueado de dinero y haya una efectiva fiscalización de los fondos de dudosa procedencia en el sistema bancario, se podrá hablar de avances reales contra los barones de la droga. De otra forma, continuaremos jugando a que se combate al crimen organizado”.

Sin embargo, ninguno de estos opinantes fue tan claro como Mario di Costanzo, diputado del PT, quien de plano ha reiterado su acusación de que Felipe Calderón “sólo es un simulador”, en esto del combate al crimen organizado.

Seguían, al atardecer, los ecos del coche-bomba. El petista Mario Di Costanzo remachó: “Por ello, mientras que en México las autoridades no combatan de manera efectiva el lavado de dinero, de nada servirá combatir con el Ejército al crimen organizado. Y es que de acuerdo con el Gruido de Acción Financiera Internacional (GAFI) y con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en nuestro país, los delitos financieros como el lavado de dinero no son adecuadamente investigados”.

En estos tres años y medio de gobierno, seguía el petista, en que el crimen organizado se ha expandido considerablemente, “las autoridades mexicanas solamente han obtenido 20 sentencias condenatorias por este ilícito, entre 2006 y 2009, a pesar de que, durante ese lapso, la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha recibido 181 mil 901 reportes de operaciones ‘inusuales’ en el sistema financiero del país, de las cuales 49 mil 908 fueron durante el 2009”.

Mario di Costanzo precisó: “Cabe señalar que del total acumulado en estos tres años, 649 operaciones fueron catalogadas como ‘operaciones preocupantes’, y sin embargo sólo existen 20 sentencias condenatorias por este tipo de ilícito”.

Por la mañana, en su primera conferencia, de dos, Jorge Carlos Ramírez Marín  respondió así cuando un reportero le preguntó otra vez sobre las alianzas; algo así como el equivalente a poner limón a la herida. “El intento no era frenar las alianzas”, respondió. “Era salvar la ruta política del país.

El intento de que hubiera una definición política. Pero es evidente que el Presidente (Felipe Calderón), optó por abandonar la Presidencia de la República y ponerse a la cabeza de una pandilla que quiere el poder y conservarlo”.

Se escuchaba a respuesta, por parte del PRI, a lo que hacía unas horas el neuvo secretario de Gobernación había dicho como quien le soba el lomo al mulo que acaba de recibir una chicotiza, de que en México hay gobernabilidad. Esto decía Blake al tiempo que pedía “a los actores políticos y sociales (léase, el PRI) dar vuelta a la página para superar el agravio.
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